Descripción
DEDICATORIA
“LUX IN TENEBRIS LUCET”
BÚSQUEDA DEL CORAZÓN DEL
ECCE HOMO
Estas palabras que, buscadas a tientas, se han formado con el fin de expresar misterios, son dedicadas a un gran amigo.
¿Cómo llamarle?
El fuego ardiente del Yo Divino, de la individualidad eterna de un hombre que conocemos en la tierra, difiere tanto de su personalidad humana, que es difícil otorgarle un calificativo que correspondiera con la verdad en el momento en el que encendemos nuestra antorcha para ponernos en marcha.
Esa marcha, a través de las zarzas, las piedras y las tinieblas de este libro, es esta Oración.
Al comienzo, al principio de este libro, debe irradiar su primera luz, esta simple dedicatoria:
“A un amigo, a un portador de la claridad del alma, dedico este Cántico sin palabras aunque esté expresado en palabras”.
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