Descripción
INTRODUCCIÓN
La Raza Humana está compuesta de individuos que difieren tanto en edad y sexo como en aptitudes fisiológicas y mentales. Unos son activos y capaces de actuar, dirigir, organizar; otros son pasivos y hechos para pensar o dejarse administrar; otros, aún, son artistas, científicos o trabajadores manuales. En resumen, la comunidad consta de una diversidad de elementos que concurren a la buena marcha de la sociedad.
Sin querer estimar demasiado el valor humano, quizá no exista por ninguna parte tal perfección estructural como la del cerebro del hombre: esa asociación de más de 12.000.000.000 de células nerviosas unidas entre sí numerosos trillones de veces por fibras delicadas. A pesar de la pequeñez de esta materia viviente, su valor deja muy atrás, ciertamente, todo lo conocido, puesto que emana de esa fuerza inmensa que es el Pensamiento.
Pero, ya lo hemos visto anteriormente, el Pensamiento se orienta de diversos modos, sea, por ejemplo, gracias al conocimiento del mundo material o a la investigación del mundo espiritual. Esos dos caminos también se dividen a su vez en la práctica y la teoría, y así como los fenómenos físicos son analizados y experimentados, el conocimiento del substratum espiritual depende de la teoría y de la experiencia. Pero en tanto que el conocimiento filosófico puede cambiar, (así como las teorías físicas), la experiencia mística siempre permanece verdadera. La teología no puede mas que clasificar las ideas, el Místico las realiza.
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