Extracto de la enseñanza del Colegio Iniciático – Parte 04.

Por el Venerable Maestro Domingo Días Porta.

Entonces, cuando llega un Gran Maestro de la humanidad, toda la sabiduría antigua empieza a vibrar, despertar, es como si se recargaran las baterías espirituales otra vez, entonces la gente se interesa. ¿Qué es lo que dijeron el Buda y el Cristo? ¿Qué pasó? Y empiezan de nuevo a divulgarse sus enseñanzas, y salen libros y películas, y cursos y talleres, surgen muchos grupos. Pero unos grupos enseñan el uso de los cristales, otros el magnetismo, el péndulo… trocitos, solamente pedacitos desarmados del rompecabezas de la verdad. Cada grupito enseña un trocito, pero no enseña a armar el rompecabezas, no enseña cómo es la vida toda. Entonces eso no resuelve el fondo de los problemas, solo da una cierta tranquilidad: bueno ya tengo un cristalito en mi casa, llevo un cuarzo en el bolsillo, y creemos que ya…, estoy haciendo aromaterapia, me pego a la nariz un perfume que me va a ayudar, y ya visualizo el color negro, amarillo, verde…, y al tiempo se dan cuenta de que no, siguen en lo mismo. No es que esto sea malo, no, es bueno, pero falta la parte más importante. Por eso decía el Cristo: cuelan el mosquito y tragan el camello; se quedan con los detallitos, y lo más importante lo pasan por alto, y así se van pasando los años…

Ahora con la radio, la televisión, los casetes, el internet… cada Maestro usa los recursos de su época para llegar al corazón de los pueblos. Por lo tanto, el Colegio Iniciático es esa agrupación de hombres y mujeres, de discípulos, que desean participar de esta sabiduría. Y así, al que es cristiano o católico se le enseña cómo llegar al manantial, a lo que el Cristo dijo. Porque después del Cristo se oye que el filósofo tal, que el teólogo, que si el religioso, que el Papa… y es tal cantidad de cosas, que la enseñanza del Cristo se queda allá, a lo lejos… estudiando dos mil años de cristianismo, de tanta cosa… Entonces el Maestro nos hace vivir directamente. Pero como Cristo hablaba en parábolas, a veces no se entiende bien lo que quiso decir, no se comprende qué significa la Crucifixión, el Calvario, el Santo Sepulcro, los Reyes Magos… todo queda muy vago, muy borroso en la mente, entonces hay que aclarar la vida de un Maestro cómo es: ¿Por qué cosas pasó? ¿Qué fue lo que quiso decir? Naturalmente Él habló en un lenguaje de hace dos mil años, el lenguaje de un pueblo del desierto, y nosotros tenemos que traducirlo a nuestro mundo actual en el que vivimos. Él hablaba del camello, del grano de trigo, de los labradores… pareciera que fuera un campesino. Pero es que Él hablaba a la gente de su tiempo. Entonces, lo que Él dijo a la gente de aquellas aldeas hay que actualizarlo, hay que ponerlo en el lenguaje de hoy. Pero si no se tiene una iluminación no se puede actualizar, lo que se haría es filosofar y hablar, y hablar… pero sin darle fuego a la enseñanza no sería mas que un sermón, unas palabras sin mayor energía, que no motivan a los pueblos.



Hay que traer de nuevo al Verbo, hay que ir a beber al manantial de la Fuente Pura y venir con esa agua que calma la sed para siempre, para poder motivar a la gente, entusiasmarla otra vez, levantarla de su postración, de su adormecimiento.

(A continuar)