Prontos a celebrar un nuevo aniversario de la Fundación de Santiago, recientes investigaciones indicarían que Pedro de Valdivia levantó la ciudad sobre una desarrollada urbe inca de la cual se han encontrado múltiples vestigios. Aquí se lo contamos.

Santiago de Chile, ciudad que un día fundó Pedro de Valdivia el 12 de febrero de 1541 entre dos cauces del río Mapocho y bajo el escarpado y rocoso amparo del cerro Huelén (actualmente llamado Santa Lucía), inició su desarrollo a partir de un pequeño villorrio que se reunía en torno a una Plaza Mayor o Plaza de Armas, y que tenía forma de damero al igual que las ciudades españolas de arquitectura colonial.

Esta teoría ampliamente aceptada respecto de cómo se habría fundado la capital chilena, hoy en día está siendo puesta en duda por antecedentes históricos y arqueológicos que no han estado exentos de discusión académica.

Nuevos datos

Últimos estudios realizados por los arqueólogos Rubén Stehberg y Gonzalo Sotomayor, publicados en el artículo “Mapocho Incaico” (Boletín del Museo Nacional de Historia Natural, Chile 61: 85-149 [2012]) indicarían que Pedro de Valdivia no fundó Santiago de la nada, sino que la asentó sobre una ciudad inca comprendida dentro del territorio denominado Tawantinsuyu sur o Collasuyo, en la que se hablaba tanto quechua (el idioma de los incas) como mapudungún (el idioma de los mapuches), y cuya autoridad era el gobernador Quilicanta. Los mapuches, habitantes anteriores de este sector, habrían vivido también en esta ciudad.

Este asentamiento, desde el cual salían caminos en todas direcciones, se comparaba con la ciudad de Cuzco, en Perú, debido a su gran desarrollo en la minería de oro y plata, y en la hidroagricultura. La denominada ciudad del Mapocho poseía centros de adoración en altura, edificios, viviendas, avanzados sistemas de regadío y acequias, chacras, cementerios, e incluso el Camino del Inca (Qhapac Ñan o Capac Ñan, en quechua) llegaba a la mismísima Plaza de Armas.

Basándose en escritos de Gerónimo de Vivar, cronista cercano a Pedro de Valdivia, los arqueólogos afirman que al momento de salir a su expedición hacia las provincias de Chile, el conquistador tenía claro dónde tenía que llegar. En el artículo se reproduce un extracto de un discurso que Valdivia da frente a los habitantes nativos del valle de Copiapó (y que fue recopilado por el mismo Vivar) en el que menciona que venía a “poblar un pueblo como el Cuzco a las riberas del río nombrado Mapocho, y que fuesen allá a darle obediencia en nombre de su majestad”. La investigación hace énfasis en que ocupa el verbo poblar y no edificar, construir o fundar, lo que daría a entender que Pedro de Valdivia sabía que existía un asentamiento en el lugar al que se dirigía.

Al llegar, las tropas españolas habrían ocupado diversos edificios incas para establecer sus hogares y centros administrativos, y todo el resto de las edificaciones de esta civilización prehispánica habrían sido reemplazadas: “El intenso uso agrícola y urbano posterior que se la ha dado a estos valles prácticamente borró todo vestigio arqueológico de superficie, desapareciendo la mayoría de las instalaciones arquitectónicas (edificios, viviendas, depósitos) y agrícolas (chacras, canales y acequias) del período prehispánico y colonial. Asimismo, no ha quedado registro visual de los caminos y redes viales y otras manifestaciones de la vida doméstica y religiosa antigua”, señala la investigación.

A pesar de lo anterior, diversos documentos historiográficos y jurídicos encontrados en museos e iglesias de Santiago, además de restos humanos enterrados principalmente bajo el casco histórico de la capital junto a trabajos de alfarería típicos de la cultura inca, permitirían sostener empíricamente que el valle del Mapocho habría sido mucho más que un simple territorio conquistado por esta civilización para satisfacer las ambiciones territoriales del Inca (emperador del imperio), como sostienen Stehberg y Sotomayor.

Vasija inca del valle del Mapocho

Vasija encontrada en excavaciones arqueológicas de Parcela 24, en Quilicura. (Imagen y pie de foto extraídas del artículo “Mapocho Incaico”, publicado en el Boletín del Museo Nacional de Historia Natural, Chile 61: 85-149 [2012])

Según Stehberg, después de la llegada de las tropas de Pedro de Valdivia, muchos de los incas de esta ciudad habrían huído al sur de Chile y habrían organizado un pseudoestado junto a los habitantes del área de Purén y Lumaco para defenderse de los españoles. “Otros fueron esclavizados y enviados a trabajar en las minas de oro y, finalmente, los demás se mestizaron, especialmente las mujeres”, afirma.

Además, cuenta que este año están pensando iniciar excavaciones arqueológicas en torno a la Plaza de Armas para buscar restos de arquitectura de la ciudad inca y que el año pasado, en una excavación efectuada en el Museo Chileno de Arte Precolombino, el arqueólogo Luis Cornejo habría encontrado “una estructura de piedra, asociada a material cerámico incaico”.

Contexto inca de la época

Para la época de la fundación de Santiago, la dinastía inca ya se había disgregado debido a la guerra civil que años atrás habían protagonizado los últimos monarcas del incanato de los Sapa Inca, Atahualpa y Huáscar. Sin embargo, los españoles comenzaron una nueva y breve sucesión de emperadores, serviles a España, con el objetivo de que la población inca fuera ordenada y respondiera a los intereses de la corona. Cuando Pedro de Valdivia llegó al valle del Mapocho, el emperador de turno era Paullu Inca (1516-1549), siendo éste el último Inca, de tres, que los españoles llegarían a reconocer.

Croquis de Santiago colonial

Croquis de la ciudad de Santiago a fines del siglo XVI, donde aparece en la esquina superior izquierda y junto al río Mapocho los Paredones o Tambillos del Inca. Extraído de Thayer (1905). (Imagen y pie de foto extraídas del artículo “Mapocho Incaico”, publicado en el Boletín del Museo Nacional de Historia Natural, Chile 61: 85-149 [2012])

(1) Paredones o Tambillos del Inca: construcción de piedra levantada después de la fundación de Santiago, en donde residía una autoridad de origen incaico de cierta reputación entre los habitantes de la ciudad: “La palabra Inca aquí debiera entenderse como una autoridad colonial que estuvo ligada anteriormente al Tawantinsuyu y que conservaba, en los primeros años de la fundación de Santiago, cierto status y recursos económicos, lo cual le permitió construir su vivienda, por cierto, en los extramuros de la ciudad”. (Boletín del Museo Nacional de Historia Natural, Chile 61: 85-149 [2012])

Accede al artículo “Mapocho Incaico”, de los arqueólogos Rubén Stehberg y Gonzalo Sotomayor, aquí.

Fuente:
http://www.educarchile.cl/Portal.Base/Web/VerContenido.aspx?ID=218338