Ahondando en el aspecto científico-esotérico de la Natividad, y comprendiendo que la aparición de Instructores de la Humanidad es un acontecimiento cósmico (por eso se les llama Enviados del Cielo, de Lo Alto, de Dios, etc.) me permito citar un iluminador párrafo del Maestre SR de la Ferriére: “El 22 de diciembre, fecha tan importante: cero grado del signo zodiacal Capricornio, señala no solo el solsticio de invierno, sino el punto culminante o cima del Zodíaco, pues parece estar predestinado a simbolizar el nacimiento del Cristo Jesús. En efecto, ese “zenit” zodiacal corresponde a la cabeza en el emblema de la Cruz Cósmica; los pies estarían en el solsticio de verano, a cero grado del signo de Cáncer; y los brazos extendidos, sus manos reposan sobre los puntos marcados por los equinoccios de primavera (cero grado de Aries o el Cordero) y del otoño (cero grado de La Balanza o Libra). El Gran Mesías tan esperado  solo podría nacer con tal posición, iluminando el mundo zodiacal tal como su Palabra habría de traer la Luz a los seres humanos.



“No obstante, esa célebre Natividad no puede ser una fecha fija, pues simbolizaba tanto el nacimiento de un mesías para los humanos, como una invocación al Cristo Cósmico. La fecha a respetar es la de la entrada del Sol al signo de Capricornio o Macho Cabrío. Ahora bien, si en aquella época el Sol presentaba ese evento al cero de Capricornio, 72 años más tarde (por la precesión equinoccial) se trataría del 23 de diciembre, 144 años después sería el 24, y 216 años después se desplazaría al 25 de diciembre. La Iglesia de Roma habría dado ese primer ejemplo de respeto científico de la simbología, pero desgraciadamente allí se estancó. Desde entonces la cristiandad festeja la ceremonia de Navidad en una fecha que ya no se funda en nada preciso.



“Las verdaderas festividades iniciáticas deberían haber respetado esa “Cruz” que se presenta en el Zodíaco desde siempre, pero solo observando los 4 puntos fijos formados por los Ejes: Equinoccios-Solsticios”. (De: Simbolismo Astral (P:P: XVIII), págs. 25 a 26 de la edición original, por el Maestre Dr. S.R. de la Ferriére).



Luego, en la página 27, el Maestre hace referencia a ese desplazamiento de fechas al referirse a la sucesión de las Eras por la retrogradación de las constelaciones, 1 grado cada 72 años. Y sigue explicando el simbolismo de esas Eras desde Géminis hasta la actual Era del Acuarius. No decir “acuario” que es una pecera, mientras que Acuarius se refiere a la constelación simbolizada por El Aguador derramando desde el cielo el Agua de la Sabiduría Eterna que “calma la sed para siempre”. Pues es un signo de Aire, no de Agua.Ese Cristo Cósmico en cruz, orientado a solsticios y equinoccios, lo considero el símbolo de una postura del Yoga Crístico que se hace en el solsticio de invierno.