EL DESCENSO DE LA LUZ GALACTICA VI

 

Guía # 22 – Peldaño 19 Camino a Tierra desde el 21.12.2012

 

Queridos Amigos Espirituales: ¡PASH…   IN LAK´ EH…!

Un proceso suave de cambios progresivos hacia la que podríamos llamar Nueva Tierra y Nueva Humanidad, se viene gestando desde el Día Cero del Mandato Maya, que es Mandato del Cielo, del Ordenamiento cósmico.  Por ahora sigue la etapa de purificación que se inició desde el comienzo de la Edad Acuarius en 1948.  Pero ya soplan vientos de renovación en todos los órdenes, tanto humanos como naturales.   Cada vez serán más intensas las transformaciones en camino hacia el restablecimiento de la armonía, con las características propias del nuevo tiempo, el Quinto Sol Maya.

Del alimento acostumbrado hasta ahora, mayormente sólido, de poca energía y mucho derroche de productos de la tierra (pues por los intestinos se elimina más del 95% de lo que se ingiere), iremos pasando al alimento energético, más sutil, en concordancia con las nuevas energías que está trayendo el descenso de la Luz Galáctica.  Alimento energético, mayormente luz en sus diversas tonalidades, asimilable al 100%.  Del tiempo de los cereales pasaremos al tiempo de los jugos, de la miel, para decirlo en parábola.  La miel es el regalo de las flores y de la madre abeja.  Los jugos son los regalos de los frutos y de los árboles guardianes.  Desde lo profundo de la Tierra.  Desde el Sol en lo alto.  El Paraíso.

Esto es aplicable no solamente al cuerpo físico, sino al cuerpo sutil, a la mente: en vez de tanta comida chatarra que  trae el exceso de información, las tantas doctrinas contradictorias, la rutina, las costumbres inconscientes, la falta de visión de la vida, se irá integrando un cuerpo de formación integral humana y espiritual.

Entonces, ahora como hace dos mil años, la Navidad del 21.12.2012 (atención a la numerología: solo 1, 2 y 0: señal de un nuevo comienzo a escala mundial) es un hecho cósmico real, la Luz desciende y toma cuerpo en tierra; no el simple recuerdo que se hace en la navidad cada año, sino un acontecimiento sagrado, que esta vez la noticia corrió por todo el mundo y no solo en aquel rincón del Medio Oriente.

Lo que nos interesa a todos es saber cómo tomar ese alimento luminoso, la aplicación práctica de ese místico evento previsto por los sabios antepasados de la Tradición Maya.   Es en lo que insistiremos desde ahora.  La Luz desde el Corazón (Hunab K´u) de la Vía Láctea o Serpiente Emplumada Celestial, ha descendido para que el alma humana ascienda hacia la Conciencia Cósmica en el Nuevo Tiempo que podríamos llamar el Tiempo del Cristo Rey: la Conciencia Crística reinando en los corazones, no en personajes ni centros de poder político.

En algún lugar de los Altos Andes centrales,  el rayo principal de la Luz Galáctica ha encontrado cuna o acogida, algún día ese misterio se develará.  La intervención de la Jerarquía Planetaria, hasta ahora incógnita, se hará cada vez más evidente.  Y los miedos y temores, que tanto debilitan  los poderes internos del ser humano, han de ceder, dando paso a una fe ilustrada, a una intuición sagrada que ha de equilibrar al intelecto.  Una Era Solar toca a nuestras puertas.  Las sombras se han de disipar.  La muerte chamánica es la muerte del ego cerrado, del yo aislado de la comunión con la naturaleza.  La negación dará paso a la afirmación.  El peor enemigo,  oculto en el subconsciente, será vencido sin necesidad de armas ni de guerras, sino a través de técnicas de transmutación.  Así, sus sombras proyectadas fuera, que son los enemigos externos, los odios y separatividad, se disiparán con el poder de la Luz.  Ascenso de la Humanidad en cuerpo y alma, Semilla sembrada hace dos mil años.

Este sexto mensaje es el último de la serie,  para luego continuar con orientaciones ante la pregunta que muchos podrían hacerse: ¿Cómo prepararnos adecuadamente para algo que aún no alcanzamos a comprender en toda su extensión?

La sola diferencia que existe entre un animal y un hombre radica en la facultad de pensar.  Si el hombre vive mecánicamente para beber, comer y dormir, se coloca por sí mismo en el estado animal.  De ahí que el materialista, defendiendo la tesis del ateísmo, es un ser espiritualmente animalizado, hasta el punto de quedarse en el estado precedente de la historia de la evolución (mineral-vegetal-animal-humano, suprahumano.)

…El plano mental incluye dos estados: inferior: el animal perfeccionado u hombre tosco, y superior:  el hombre perfeccionado, listo para pasar al estado de hombre-dios.

El hecho de vivir en una región denominada civilizada, de pertenecer a una categoría de individuos llamada colectivamente nación, y de ostentar grados universitarios, no implica garantía de no pertenecer al estado mental inferior; por lo tanto, un individuo así, en lugar de aprovechar sus hipotéticas cualidades, se exime de PENSAR REALMENTE, viviendo en desacuerdo con las leyes naturales de la evolución humana: absorción de alcohol, que hace perder el equilibrio del razonamiento sano, alimentación desordenada (sobre todo de carnes animales, opuesta a las leyes del buen sentido), venenos de narcóticos, tabaco, etc.  No es raro ver en Occidente personalidades diplomadas que ignoran los primeros rudimentos de la sabiduría de vivir.

(De: Yug Yoga Yoghismo, capítulo Análisis, por el Maestre Dr. S. R. de la Ferriére.)

 

¡PASH…   AL LAK´EN…!

Soberana Orden Solar de Chichén Itzá  –  T.A-O  Domingo Días Porta

5 Kimi  (Job Kame), 9 K´ayab´, 0 B´aqtun. Día 7º, Mes Piscis, Año LXV Era Acuarius

(Valle Verde,  Venezuela, 25.2.2013)

 

 

 

EL CAMINO DEL GUERRERO JAGUAR

(III y última parte)

III: EL HOMBRE JAGUAR ENCIENDE EL FUEGO NUEVO

Amanece en el cerro de los abuelos. Sobre la hierba húmeda y entre flores, yacen dormidos dos jaguares. El jaguar abuelo salta de su cueva y los sacude:¡Despierten! ¡Ya pasó la última prueba! ¡Deben marchar inmediatamente a la cacería del espíritu! Todavía con el recuerdo fresco de sus extraordinarias vivencias en los mundos ocultos, los dos Guerreros se despiden de los abuelos y salen corriendo en direcciones opuestas. El shamán hacia el centro secreto de su mundo, la Tierra Prohibida del Rey Jaguar, a recibir instrucciones para el trabajo del Nuevo Sol en los reinos de la naturaleza. Balam Chaac hacia el Reino Maya atravesando el Puente Prohibido, al encuentro con el Consejo del Culto del Jaguar, que ya estaba a la expectativa de su llegada, de acuerdo a las antiguas profecías por fin descifradas.

Después de varias peripecias y de vencer los obstáculos que oponían los poderes tenebrosos, cada uno llega a su destino. Cambios en los ambientes naturales, en los climas, en las especies, empiezan a sucederse progresivamente, al irse desglosando los nuevos tiempos. Mientras, los dos mensajeros iban tejiendo su red de aprendices, discípulos y dirigentes.

Desde hace días el Gran Consejo Sacerdotal espera al joven Guerrero, porque el astrónomo mayor había descifrado la vieja profecía calculando las conjunciones Marte – Venus sobre la constelación Balam (Jaguar Celeste), observando los fenómenos astronómicos recientes, así como acontecimientos inesperados en el decadente Reino Maya: “Maestro Jaguar vendrá con el Fuego Nuevo”. Hacía 13 años que se venía repitiendo este anuncio en las asambleas del Consejo. La constelación Balam se había desplazado  15 grados en relación a la Serpiente Solar, así que estaba a punto de morder la cabeza de ésta. La pareja Venus – Marte a su vez se acercaba a los ojos del Jaguar Celeste, para despertarlo.

El escenario cósmico estaba listo para recibir y presentar al Maestro Jaguar, portador de la Antorcha del Fuego Nuevo. Parecía un sueño, un imposible, que regresara después de siglos de paciente espera, y que  la cultura subyugada se sacudiera de sus pesadas  cadenas. Pero los anales históricos, los registros de incontables ciclos planetarios y de hechos del pasado sincronizados, evidenciaban que debía ocurrir, que el desenlace era inminente. El Señor del Tiempo,  Ahau Katun, hacía girar su Rueda. No había error en los cálculos, pero sí un suspenso temible en el ánimo de los Concejales.

Se acerca la noche de Luna Llena. Es el momento preciso, ellos están seguros. El Señor Sol muerde el horizonte. Lo despiden ritualmente. El silencio es imponente. De súbito, un rugido sobrecogedor, entre humano y animal, sacude la quietud crepuscular de la selva. Estallan los cantos nerviosos de las aves en sus nidos. Los perros aúllan en los patios de las casas. El Consejo Sacerdotal en pleno se pone de pie, dirige sus manos hacia el Sol moribundo, eleva sus ofrendas de hierbas y copal al Rey de los Cielos en señal de gratitud.

Ojo Abeja, el oráculo del templo, anuncia: Atraviesa el Puente Prohibido tendido sobre el abismo… … Corre por la selva… … Se levanta en dos pies… … Enciende la antorcha… … Llega a la aldea olvidada… … Busca su rostro de piedra entre las ruinas… … Lo abraza… … Olfatea… … Nos busca… … Viene a nuestro encuentro… … Salgamos a recibirle… …

Todos toman sus antorchas y salen en fila hacia el pórtico. Por los surcos de sus frentes desfilan siglos de espera y sacrificios. La emoción es indescriptible. Un suspenso silencioso embarga los ánimos. El lucero vespertino aparece muy brillante al ocultarse el Sol. Un quetzal revolotea en el patio de entrada. Todos miran con ojos desmesurados hacia la selva… ¡Lo que tantas generaciones esperaron sin lograrlo, iba a ocurrir ahora, en un abrazo de los tiempos! ¡Qué privilegio, qué responsabilidad! Así flotaban los pensamientos en los espacios de sus mentes.

Entre la espesura de la selva en penumbras se ve surgir una antorcha. Estalla el canto sacerdotal: ¡Es la profecía a punto de parir! ¡Ell Maestro Jaguar, es él, tan esperado,  no otro! ¡Oh, U Qux Cah, Corazón del Cielo, oh, U Qux Uleu, Corazón de la Tierra! Nuestros corazones derraman  llamas de amor y gratitud!

Abajo, en la primera terraza de la escalinata, junto a la ceiba venerada, desalojando las penumbras, una antorcha baña con su pálida luz el cuerpo rojizo de un guerrero, de cuya cintura cuelga la piel de un jaguar. El Sacerdote Mayor habla, saluda, acoge:
El niño tomado por Tzantzewal, el Gran Relámpago, retorna adulto, con su piel de jaguar. Así lo dejó su madre antes de morir. El poder del jaguar lo devuelve. El Cielo le dio la Antorcha que guía hacia el Nuevo Sol. Pronto amanecerá de nuevo en nuestras vidas. ¡In Lak’eh, Maestro Jaguar!

Al Lak’en, Honorable Señor, y Gran Consejo. Regreso para cumplir el Mandato del Corazón del Cielo. Pido permiso para entregar el mensaje de nuestros ancestros. Para iniciar la reconstrucción del Reino de Luz. Para guiar a las nuevas generaciones hacia la cumbre del Espíritu.

Bienvenido eres, Maestro Jaguar, el Gran Consejo te acoge en su seno. Te esperábamos, porque en ti se cumple la profecía en la fecha señalada. Éste es tu Reino que sufre y te espera anhelante. Acatamos el Mandato del Corazón del Cielo con alegría, veneración y gratitud. Entra a presidir nuestros trabajos, he aquí tu bastón, con las insignias de honor y sus plumas de quetzal, guardado para ti desde lejanos tiempos.

Lenta y majestuosamente, Balam Chaac, el joven guerrero de 18 años, con la agilidad y suavidad de un jaguar, asciende por la escalinata. En dos filas, seis sacerdotes a un lado, seis sacerdotisas al otro, acogen al mensajero en la antesala del Templo. Los saluda uno por uno, se coloca al centro del círculo sacerdotal, y con flauta y antorcha, ejecuta la danza del Señor Jaguar, Maestro Guerrero. Tambores y sonajas lo acompañan, invadiendo el silencio con una cadencia enérgica, pulsante, cálida. Las antorchas colgadas en las columnas iluminan la escena. Las estrellas contemplan el ritual inicial de un tiempo nuevo.

Enseguida se oye el canto coral de acogida de los sacerdotes, seguido de la Danza del Fuego Nuevo que todos ejecutan, y durante la cual encienden el fuego sagrado de la profecía cumplida. A lo lejos, en la plaza central de la ciudad, la gente se va reuniendo, motivada por el eco de cantos y danzas procedentes del templo, presintiendo que algo grande, importante, estaba ocurriendo  esa noche estrellada. Sí, por primera vez se oía la Danza del Jaguar a esa hora. ¿Y ese canto coral? Nunca se había escuchado. Y luego una danza que, según los viejos, solo se realiza cada 52 años…

¡El Mensajero anunciado…! ¡Ha llegado! ¡La profecía! gritó alguien… La voz corre entre la multitud. Juntos, avanzan lentamente y en suspenso, nadie habla, solo las antorchas irrumpen en la quietud nocturna. Van precedidos por estandartes e insignias portadas por los miembros de los Consejos de Gobierno.

En el santuario del templo, todos se sientan en círculo. Maestro Jaguar los contempla uno a uno, asombrado ante un mundo desconocido que ahora le pertenece y se le postra. Ahora  se oyen las pisadas de la gente que viene por el sacbé, el camino blanco de los antiguos. Ojo Abeja anuncia:
Es la Palabra del Cielo que llueve y truena.
Es el Consejo que canta y toca en su honor.
Es el pueblo que acoge la Palabra florida.

El pueblo respetuosamente se detiene en el patio arbolado. El silencio es imponente. Hay expectativa y esperanza en las miradas. Con un gesto, el guardián del templo los invita a subir. Ascienden descalzos y callados. El vocero del Consejo les dirige la palabra:
Hermanos, la profecía es cumplida. El Mensajero ha llegado en esta hora tan anhelada. El Maestro Jaguar anunciado entregará el mensaje del Corazón del Cielo y todos cumpliremos el Mandato para el bien común.

El Consejo canta y toca la música de apertura ceremonial de la asamblea general. Luego, el Sacerdote Mayor hace la presentación del Mensajero; enseguida éste se dirige a todos: Regreso después de 13 años de ausencia y de siglos de preparación, acatando el Mandato del Cielo. Soy el Guerrero Jaguar, investido como Mensajero Formador Cultivador. Vencí, oí y abrí mis ojos en la Caverna de los Antepasados. Mis padres y abuelos en el Reino del Jaguar les saludan con amor, entregándome en vuestras manos con toda su confianza. El Corazón del Cielo les comunica:…

En ese instante, Tzantzewal traza un río luminoso por lo alto del cielo, de este a oeste, seguido de tres truenos que hicieron temblar la tierra.  La gente se postra, los sacerdotes elevan sus brazos al cielo.  Arriba, el rugido se hace voz:

Hijos, pueblo amado, la luz de mi corazón acompaña al Mensajero. El trueno de mi voz se hace rugido en su boca. El jaguar celeste se torna terrestre en el fuego de su corazón. Él instruirá a los fundadores de mi Nuevo Sol en la Tierra, junto con los sabios ancianos. La Orden de los Señores y Señoras Jaguar llevará por el Norte y por el Sur la sabiduría perenne, para la formación de los pueblos. Todos están llamados a retornar al Hogar Original. Es mi Mandato.

Otro relámpago atraviesa de Norte a Sur, seguido de tres truenos. Empieza la fiesta ritual, que dura hasta media noche. Al amanecer todos se reúnen en el patio ceremonial para el gran ritual del encendido del Fuego del Nuevo Sol, al enviar el astro rey sus primeros rayos desde el horizonte. El Consejo de Gobierno del Reino presenta sus palabras y ofrendas al Corazón del Cielo, al Mensajero, al Consejo Sacerdotal. Le sigue el Consejo de Gobierno de la ciudad, el Consejo de Educadores y el Consejo de Sanadores. Se realiza el ritual de invocación de los Regentes del Cielo y de las 4 Esquinas de la Tierra.

El Maestro Jaguar pide a la asamblea peregrinar al siguiente amanecer en busca del Enlazador de los Tiempos, el jaguar de piedra abandonado en la selva cercana, por ser testigo del paso de las edades y memoria viva de los antepasados, que servirá de cimiento para el futuro hermoso.  Solicita que se construya la escuela monástica para educar a los jóvenes en las artes del jaguar celeste y terrestre para que sean formadores de los pueblos;  finalmente, da las señales del Nuevo Sol para que se efectúen los cambios que permitan resurgir  vigorosamente la cultura permanente, la que enlaza el Corazón del Hombre con el Corazón del Cielo y el Corazón de la Tierra. La asamblea aprueba unánimemente y por aclamación estas propuestas, y los Consejos toman las primeras medidas para ponerlas en ejecución. Parten los corredores con antorchas para encender el Fuego Nuevo en las ciudades principales, que luego arderá en  hogares y templos.

Al amanecer del siguiente día salen todos en peregrinación para recuperar el jaguar de piedra, encabezados por el Maestro Jaguar y los Consejos. Él los conduce al sitio donde se encontraba, de pie sobre la plataforma derruida,  oculto por la vegetación, entre los restos de su aldea natal. Se lo purifica y consagra, y se le conduce ceremonialmente al templo, mientras se construye su nueva plataforma. Al partir el Señor Sol a su mansión nocturna, se lo entroniza con ritos y fiesta, dando gracias a Hunab K’u por sus bendiciones. El Sacerdote Mayor anuncia que queda restablecido el sacbé de los tiempos para retornar a la sabiduría perenne y al vigor del hombre verdadero, dando así el primer paso para refundar la Orden del Jaguar.

Ahora quedan rodeando al jaguar de piedra en círculo protector, solamente el Consejo Sacerdotal acompañando al Maestro Jaguar. Se realiza el ritual de invocación de los ancestros para poder leer en ese código pétreo el legado de los antepasados; sus ojos y dientes brillan reflejando el resplandor del fuego sagrado. El retumbar profundo y suave del gran tambor ceremonial sacude los cerebros, estimulando la zona auditiva en su campo de percepción sutil, y haciendo vibrar al jaguar de piedra. De pronto, su pectoral finamente labrado en una placa de piedra, se cae, dejando al descubierto un corazón de rubí que parecía encendido por el fuego. En ese estado de clariaudiencia, todos oyen la voz grave del jaguar:

Venerables Hermanos del tiempo nuevo, fieles guardianes de nuestra preciosa herencia, por Mandato del Cielo y en presencia de su Mensajero anunciado, les entregamos esta joya preciosa de nuestros corazones. No siendo ya necesaria nuestra vigilancia en esta mansión pétrea, partiremos a renacer nuevamente, después de siglos de sacrificio. Vencidos los poderes oscuros, quedan ustedes responsables de sacar a  luz estos tesoros de nuestra sagrada tradición milenaria, para alimentar a los seres del Fuego Nuevo hasta restablecer la Santa Alianza Universal en todas las esferas del tiempo y del espacio. Este corazón de rubí estará expuesto ante los Señores y Señoras Jaguar en sus meditaciones, para que sigan recibiendo la voz de la sabiduría inmortal.

El primer tesoro guardado en el corazón del jaguar, la esmeralda, da  la visión esmeraldina. El prodigio de saber leer las sagradas escrituras de la naturaleza y de los astros, rastrear el génesis de la vida y del ser, el sentido de la existencia, en esos códices del Gran Abuelo Creador.

El segundo es la boca de jade, gruta de acceso a los misterios ocultos en el tiempo y el espacio, alimentarse de la carne y la sangre del Corazón de la Madre, néctar divino; así nutridos, surgirá la Palabra sagrada y se hablará el idioma verdadero, que conduce al supremo Bien.

Tercero, el corazón de rubí ardiente, el amor genuino que se expande en una felicidad incondicional e ilimitada, que hace del dolor una fuente de purificación de las pasiones, disolviendo las sombras que enferman el alma.

Cuarto, las orejas de oro, que oro puro es el silencio interior, silencio elocuente, musical, donde resuena la voz de las edades y las esferas dimensionales, revelación del Dador de la Vida, canto que ilumina nuestro caminar y disipa los ruidos de la ignorancia, así brotará el canto de ofrenda, gratitud y entrega del corazón.

Contemplando este cofre ancestral irán encontrando los restantes tesoros, que moran vivos en el cuerpo: nariz (el aliento vital), manos (creatividad y lenguaje), pies (recorrer la senda), calavera cristalina (santuario de la inteligencia), piel (abrazo que une, receptor y emisor de las ondas de amor y alegría); y los tesoros que moran en el mundo: comunidad, reino natural, reino celeste, rueda de los tiempos, presencia del Gran Espíritu que todo lo llena, sostiene y alimenta.

La Orden del Jaguar, restablecida en este Nuevo Sol después de siglos de ocultamiento, ha de velar por estos tesoros del espíritu, y transmitirlos a los discípulos preparados para fundar la civilización que continúe la oleada de civilizaciones antiguas, que fueron hermandades de paz, comunidades abiertas hacia los cuatro rumbos de un tiempo y un espacio sin barreras. Queda así respondida vuestra invocación. ¡Ahau!

De inmediato, se lleva a efecto el ritual secreto del nuevo nacimiento de la Orden y de la Iniciación del Maestro Jaguar como Autoridad suprema, ritual que se prolonga durante 5 noches, invocando los poderes sagrados de los 4 Rumbos del universo y de su centro, lugar de los 3 Corazones. Durante el día, se hacen las ceremonias de purificación, consagración y dedicación del monasterio y del terreno donde ya empezaban a edificarse sus primeras estructuras, de acuerdo a los planos de los arquitectos y astrónomos.

Para poder ejercer su autoridad, Maestro Jaguar debe contraer matrimonio como norma social de responsabilidad y madurez; se siente atraído hacia la hija más joven del Sacerdote Mayor, quien lo acepta luego de consultar al Consejo de Abuelas, las que orientan a los dos sobre el significado, valor y responsabilidad del enlace que conduce a la belleza de la familia, donde se forman los hijos para ser ciudadanos dignos.  Luego los llevan ante el sacerdote astrólogo, el cual consulta las escrituras celestes para descifrar el destino, e indica que estaban predestinados a unirse por designios del pasado: crecieron juntos en la aldea de su infancia, y ella murió en el incendio de la misma, para reencarnar en el hogar del Sacerdote Mayor; éste, feliz, les imparte su bendición.  Luego empieza la preparación para el Ritual del Enlace, que es historia aparte.

Grandes celebraciones suceden a la Iniciación de Maestro Jaguar como Autoridad suprema y a los ritos de preparación del lugar del monasterio en todas las ciudades y pueblos del Reino Maya; lugares donde las gentes, adormecidas durante el letargo del tiempo oscuro, sacuden  su modorra, disponiéndose a participar con entusiasmo en la reconstrucción del mundo de bienestar, paz y sabiduría para todos. Se comienza a seleccionar niños y jóvenes capaces de entrenarse en las artes y ciencias de la Orden: la salud vigorosa del jaguar, la alquimia de la serpiente emplumada y la mística del águila y el quetzal.

Su vida de jaguar durante 13 años, la iniciación en los mundos ocultos y los recuerdos claros de su primera infancia, le facilitan a Balam Chaac el adaptarse a esta nueva existencia. Trae un vocabulario especial y sonidos de poder, que le permiten transmitir el espíritu de la nueva edad. La primera promoción de postulantes, procedentes de los cuatro rumbos del reino, empieza a adiestrarse en el Monasterio de las Ranas Amarillas, así llamado por estar a la orilla de la laguna transparente poblada por ranas amarillas que entonan extraños cantos al salir y ponerse el Sol, cantos que provocan  una fina lluvia o rocío que perfuma el aire.

IV. MAESTRO JAGUAR ENTRENA A SUS DISCÍPULOS

El Consejo de Gobierno del Reino anuncia la reconstrucción de ciudades y centros culturales abandonados, y la fundación de otros ubicados en las nuevas rutas de energía telúrica que iban surgiendo a medida que la naturaleza se transformaba en respuesta a las pulsaciones cósmicas. Maestro Jaguar convoca a los jóvenes a prepararse para el renacimiento cultural. Correos parten en todas direcciones llevando  instrucciones a  la población. Las gentes aceptan el desafío, y el entusiasmo y el ímpetu del trabajo creador para el bien común contagia a todas las edades. Renace la confianza motivada por un mando consciente, atento a los dictados del Corazón del Cielo y de la Tierra,  al servicio de la población sin discriminaciones odiosas.

Cada año ingresa un contingente juvenil a entrenarse en el selvático monasterio, bajo la guía del Consejo de la Orden, presidido por Maestro Jaguar. Los que egresan, convertidos en Guerreros Jaguar, recorren el Reino como abanderados del nuevo ciclo solar. Encargados de la educación de niños y jóvenes, contribuyen a modelar las nuevas formas sociales de gobierno, familia, economía, culto y vida comunitaria. Para ello se retoman las bases antiguas, con la actualización requerida por las energías del nuevo tiempo.

El jaguar es  emblema que guía el desarrollo de la sociedad y la formación de la juventud. (Ver apéndice 3). Las pirámides derruidas son reconstruidas y agrandadas, adecuándolas a los nuevos ritos.  En su elevada plataforma, durante noches encantadas, astrólogos y videntes leían los escritos luminosos de los astros, mensajeros del Ajau, el gran Hunab K´u, el Único Dador del Movimiento y la Medida.  Las aves eran estrellas que bajaban a la tierra para observar el desarrollo de la vida en sus múltiples manifestaciones, como Ojos del Gran Espíritu; no morían sino que regresaban a su mundo, el cielo, al dejar sus plumas a los humanos como herencia y testimonio.

Las ofrendas al Jaguar de Piedra mantienen viva en la conciencia la continuidad de tan sagrada tradición a través de épocas positivas y negativas, reforzando así los valores culturales heredados. La estrategia del jaguar permite el aumento de la población y la expansión de las fronteras del Reino, a través de relaciones pacíficas con los estados vecinos y lejanos, que interesados  en ese renacer cultural, se incorporan al Reino. La universidad monástica acoge estudiantes venidos de esas tierras, de manera que su fama se va extendiendo por todas partes.

El objetivo de la educación se dirige a desarrollar el vigor total de la naturaleza humana según la edad del candidato, vigor acrecentado aún más gracias a las técnicas del jaguar aplicadas a los tres niveles: vital, emocional y mental en procura de la plenitud espiritual. Esos tres niveles están entrelazados y se representan así: estómago, corazón, nariz; ingestión, asimilación, expansión; Luna-Tierra, Venus-Marte, Mercurio-Sol; jaguar, serpiente, águila.

Luna-Tierra rige la agricultura, alimentación, asimilación, salud, medicina, deportes, etc.; en todo se aplican conocimientos ocultos. Venus-Marte rige  sentimientos, emociones, pasiones, la vida social y familiar, el servicio y vigilancia del bienestar común; las artes, como canto, danza, poesía, teatro, pintura, idiomas, cultivo de la felicidad permanente; prácticas que exigen un corazón sano y fuerte, u sangre limpia,  irrigación intensa de todo el organismo. Mercurio-Sol rige las técnicas respiratorias, desarrollo de los sentidos, meditación, concentración, éxtasis, viajes, oratoria, gobierno, mando, desarrollo del carácter, de la memoria ancestral, de la voluntad, táctica y estrategia, vencer el miedo a la muerte, aprender la sabiduría de los ambientes naturales como selva, desierto, montaña, mar, cultivar la libertad interior frente al destino exterior.

Los 3 niveles se imparten conjuntamente y en forma gradual en los cursos anuales con  entrenamientos intensivos, tanto en la naturaleza como en la sociedad. La vida familiar es exaltada, y la educación no se limita a lo sexual sino a todos los aspectos de la vida afectiva, tanto de pareja como respecto a la sociedad y al mundo natural y cósmico.

La prueba final para aprobar el primer nivel se denomina La Cacería del Jaguar, que consiste en el acecho del jaguar, su persecución, su captura vivo, y por último, abrazarlo, marcarlo y soltarlo.

Además, en el monasterio, que es a cielo abierto y no  claustro, se crían cachorros para practicar la convivencia con ellos, estudiar su desarrollo y comportamiento, así como su lenguaje, y además para ejercitarse en los deportes y ejercicios físicos de los estudiantes. Cuando se hacen adultos son liberados, para que lleven a los suyos los mensajes de los Guerreros Jaguar.

En el monasterio enseñan y estudian  hombres y mujeres, pues en la sociedad maya no existen conflictos, abusos o discriminación por motivo de sexo. Los jóvenes son preparados en el arte de amar, la ciencia de los sentimientos, la mística de la amistad, y para que al formar un hogar sus hijos sean encarnación de espíritus avanzados, que por tanto deben nacer en fechas predeterminadas por los sabios astrónomos.

El monasterio es al principio como un campamento, adjunto a la Montaña de los Soles (pirámide) y a un paso de la selva virgen. Pronto contará con  edificaciones, patios, jardines, juego de pelota, bosque de meditación, todo lo necesario para ejercitar la fortaleza física, mental y espiritual de los futuros Guerreros defensores de la cultura.

Cada año se celebran torneos públicos, donde los estudiantes y graduados demuestran sus habilidades y enfrentan a quienes los desafían, procedentes de lejanas regiones y escuelas. Allí se evalúan sus logros y se les escoge para diferentes misiones.

V: LA FILOSOFÍA DEL JAGUAR

El Hombre de Amerikua (la América Ancestral) siempre aceptó que la Tierra toda es su escuela,  que la naturaleza y el cielo son libros vivos y abiertos a la inteligencia y al corazón, para caminar sabiamente por la senda de la vida. Toda su cultura gira en torno a ese eje motivador, norma fundamental de la sabiduría perenne. Esta postura inamovible estimuló el desarrollo de la llamada cultura permanente, la que nunca muere ante el devenir de los tiempos, la que armoniza el Corazón de la Humanidad con el Corazón del Cielo y el Corazón de la Tierra.

Las imágenes tomadas del cielo y de la tierra sirven de tótem, de emblemas representativos de ese postulado central y de las diferentes formas que toma la realidad. Ésta es mágica y comunicativa, se puede dialogar con todos los seres vivos, desde las piedras y plantas, hasta las aves y los astros, todos son elocuentes para el maya, su mundo es  de diálogo sostenido, aún con otras dimensiones del universo. Su calendario da las pautas para vivir al compás de los ciclos grandes y pequeños de  astros y  estaciones, del movimiento diario de la Luna y la posición angular del Sol hora tras hora. Nada escapa a su mente investigativa y experimentadora.

Su sociedad es  espejo vivo de los movimientos estelares, de las danzas cósmicas de esos grandes señores y señoras del cielo, un reflejo vibrante y humanizado de la vida de la naturaleza y de sus especies. El tiempo lo concibe y lo experimenta como una unidad sin barreras, un río sin represas pero sí con cascadas y lagos, ve la continuidad sin fronteras entre pasado, presente y porvenir; un incesante retorno, no retroceso, de las grandes edades a través de espirales ascendentes y descendentes de esa energía o materia prima llamada “tiempo”, representada en el Huracán (Hun Ra Kan) (“Un Pie”, “Corazón del Cielo”), en su triple manifestación: 1º, Caculhá Huracán: El Rayo de Una Pierna, 2º, Chips Caculhá: El Rayo Más Pequeño, y 3º, Raxá Caculhá, Rayo Verde, o Rayo Muy Hermoso.

El espíritu humano transcurre por todos los niveles de la gran pirámide del universo, representada en la Montaña Sagrada. Piedra, árbol, insecto, fiera, ave, estrella, todas las formas, son grados condensados de conciencia. El Hombre encuentra su centro al evocar el Génesis y el Apocalipsis, el principio original y la meta final. Del Sol a la Estrella pasando por la Tierra y la Luna…

El jaguar es el tótem o emblema de la Madre Tierra y a la vez de la respuesta correcta al desafío que el hombre enfrenta en el mundo para lograr su plenitud. Así, el jaguar representa plenitud total, fortaleza, suavidad y fogosidad, vigor y astucia, callar y rugir, ver, oír, olfatear, todo con sagacidad, los 5 sentidos en estado de alerta, una atención a otro nivel. Ajustar la vida a los ritmos naturales y cósmicos. Entonces, representa al Hombre en la cúspide de su vigor, arrojo, firmeza de carácter y vitalidad corporal, libre de debilidades, quejas y tibiezas, con una visión clara de su destino, sin vacilaciones ante los altibajos de la vida.

Implica ese ideal el estudio del calendario y el cultivo de las capacidades y habilidades para la supervivencia física y espiritual; convivir, compartir, un corazón fuerte pero sensible al amor en sus diferentes expresiones. Para ello se encienden los 3 Fuegos del Jaguar: el Fuego del Ser (conciencia de la individualidad), el de la Audacia y el Mando (conciencia de la responsabilidad) y el de la Visión cósmica de la existencia (conciencia de la integración universal, la suprema concentración o mente identificada con el Todo, Libertad total.)

Entre las técnicas del jaguar que se practican en el monasterio están: el arte del acecho y la persecución (de un objetivo cualquiera), la caminata silenciosa (para no provocar reacciones y no perturbar el mundo), correr, trepar y nadar con soltura, sin tensiones que provocan el desgaste inútil de la energía; desarrollo de la capacidad auditiva, visual y olfativa, además del callar y el rugir, para encaminarse hacia el propósito deseado; la técnica del descanso completo en momentos breves y periódicos para reponer la energía vital.

Entre las artes figuran la danza, el canto, los instrumentos musicales, la pintura, la escritura, los juegos, deportes y artes marciales. Un ejercicio interesante para el desarrollo mental consiste en la lectura de los jeroglíficos mayas, chinos y egipcios contenidos en la gran cabeza olmeca de piedra, así como la meditación ante los ahora llamados  Atlantes de Tula, grandes estatuas pétreas dotadas de energía sutil por los antepasados. Las leyendas, historias y observación del jaguar en su habitat, estimulan la imaginación de los estudiantes y los motivan para lograr esa fortaleza que llaman los mayas el vigor total.

El alimento es estrictamente seleccionado, fresco y natural, sin cocción ni artificios que destruyan o disipen su energía, su vitalidad;  la salud en todos sus niveles se cuida y cultiva a diario. Lograda la vitalidad plena del Guerrero Jaguar, la formación continua con el entrenamiento del Venado y la Serpiente Emplumada, hasta culminar con el Vuelo del Águila y el Quetzal, de lo cual se tratará en el próximo relato: El Sacrificio del Guerrero Jaguar. (Véase L. Sejourné, ob. cit., figs. 30 y 31: Señor Águila y Señor Tigre con sus emblemas; son frescos teotihuacanos.)

Así termina este relato, inspirado en las figuras que observé en los relieves naturales e irregulares de las paredes de un cenote, que en mi mente se reunieron para constituir  un flujo de ideas que fueron tomando forma literaria sobre el papel durante los diez días de permanencia en la península yucateca el año 2002. Algunos términos mayas, las notas al pie de página y los apéndices, los agregué posteriormente, para documentar o confirmar lo que vino a mi espíritu. El cenote se encuentra en los terrenos del Centro Naturista Moo – Ji, regentado por la curandera maya, y doctora en medicina, Ana María Moo, en las afueras de la

ciudad de Mérida, Yucatán, donde participé en su seminario de una semana, en agosto de 2002. A ella expreso mi gratitud por sus enseñanzas sobre jugoterapia y regeneración celular como claves para una salud integral y para curar las enfermedades graves y rejuvenecer, herencia de su abuela maya. Un tesoro de la cultura maya a nuestra disposición gracias a su entrega al servicio de sus semejantes.      

          

Por el Sat-Arhat Titolopochtli,  Educador, Domingo Días Porta

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Apéndice:

El jaguar o tigre americano (Panthera onca) es un carnívoro felino del género  Panthera  y la única de las cuatro especies de este género ( Panthera leo – león ,Panthera pardus – leopardo ,Panthera tigris – tigre) que se encuentra en América. 
El jaguar es el mayor felino de América. Se extiende desde del norte de México, a través de América Central, hasta el norte de Argentina, incluida la mayor parte de la amazonia brasileña.
Actualmente  este gran félido está catalogado como especie casi amenazada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y  podría estar amenazado de extinción en un futuro próximo.

La coloración más común del Jaguar es  la piel amarilla rojiza con pintas negras. En la especie a veces se produce un exceso de pigmentación conocido como melanismo donde el amarillo es suplantado por pardo oscuro. El pardo oscuro varía en intensidad entre los ejemplares, algunos son negros mientras que otros son un color pardo con las manchas usuales. Los jaguares con melanismo son conocidos comunmente como «panteras negras».

Es un animal rápido, fuerte y musculoso. La estructura corta y robusta de sus miembros hace que sea muy hábil a la hora de escalar, arrastrarse y nadar.

El jaguar puede vivir en una amplia variedad de hábitats boscosos o abiertos, y está estrechamente asociado a la presencia de agua  , a menudo prefiere vivir al lado de ríos, pantanales y en junglas densas con mucha vegetación que le permiten asediar a sus presas.

El jaguar es un cazador solitario y oportunista más dado a preparar emboscadas que a la persecución. Se desplaza sigilosamente, escuchando y acechando la presa antes de lanzarse sobre ella o prepararle una emboscada.
Su dieta abarca más de 80 especies diferentes. Prefiere las presas grandes que caza asestándole  un mordisco profundo en el cuello para provocar la asfixia.
Su mayor actividad se desarrolla al amanecer y a la puesta del sol. Tiene una notable visión en la oscuridad, gracias a una membrana reflectante  que concentra la luz en el campo focal de la retina; su olfato está muy bien desarrollado y puede detectar el olor de sus presas a grandes distancias

Las crías nacen ciegas e indefensas y dependen por completo de su madre; empiezan a ver después de dos semanas
Como la mayoría de los felinos, es un animal solitario (exceptuando el conjunto madre-cachorros). Por lo general los adultos sólo se encuentran para el cortejo y el apareamiento  y suele establecer un amplio territorio y defenderlo

La pantera, leopardo o jaguar es un tótem muy antiguo y poderoso. Es un símbolo de coraje, valor y poder.

Estos felinos fueron considerados como criaturas mágicas por muchas culturas en todo el mundo a lo largo de la historia .El Jaguar es objeto de culto por gran parte de las culturas indígenas de México, América Central y Sudamérica. 
Además de ser el felino más grande de América, destaca por su fortaleza, andar sigiloso, gran habilidad para la caza y notable velocidad, por lo que fue considerado con habilidades sobrenaturales y se le ha ligado a las prácticas de los chamanes, a distintos dioses y a rituales religiosos.

El jaguar es el que nos asiste en momentos de caos, de crisis que pueden parecer insuperables pero que, en realidad, son los grandes renovadores del espíritu.

Cuando este tótem viene a nosotros tenemos que empezar a dirigir  la atención sobre la fuerza de nuestro ser interior – nuestra fortaleza interna, y la condición de nuestra fuerza espiritual y valentía. 
Pantera también invita a considerar nuestro lado más oscuro -nalizar este lado de nosotros mismos y determinar su motivación.

El espíritu Jaguar representa el poder, la gracia y el sigilo en la oscuridad, pero su verdadero poder reside en el silencio.

El jaguar es muy sigiloso durante la caza. El silencio es su espada y su poder. El silencio es muy respetado entre los indios americanos y es visto como un estado sagrado de la conciencia .Se dice que el silencio habla palabras del Gran Misterio.

Esta enseñanza nos puede ayudar a descubrir los beneficios de la concentración, la contemplación.

Cuando nos asomamos a la oscuridad de lo desconocido podemos sentir su poder, ser guiados por nuestro amigo el jaguar a la luz del otro lado. Nos da fortaleza, valentía y coraje para movernos sin miedo en la oscuridad. Su poder es capaz de consumir las energías negativas y transformarlas en luminosas. El jaguar nos enseña a ir por la vida sin tener adversarios ni enemigos y a ser guerreros de luz.

(Información tomada de Internet)

Nota:
El Contenido Completo ( imágenes, citas, entre otros) se encuentran  disponible en formato PDF.
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