SOLSTICIO DE VERANO ESOTERICAMENTE

El momento del solsticio de verano, el día más largo del año para el hemisferio Norte, y el más corto para el hemisferio Sur, presenta la máxima declinación Norte del Sol. En tiempos antiguos era el mes de apertura de los grandes rituales de Magia, período que terminaba en el equinoccio de otoño, junto con el inicio del período de reposo de la Naturaleza. Es cuando se abre la Puerta de la Luz o Polo de Horus (a 120 grados, final de Cáncer y comienzo de Leo) (P.P. XXV, pág. 36, ed. Niza.) (Ver la serie de videos sobre El Ojo de Horus en:
https://www.youtube.com/watch?v=9zkIeXTLoEA
En inglés: https://megalithicworld.wordpress.com/category/cult-of-horus-in-ancient-egypt

Después del solsticio de verano, la duración del día comienza a decrecer hasta llegar al equinoccio de otoño al comienzo del mes de Libra (de Aries en el hemisferio Sur), cuando día y noche duran igual número de horas.

Signo profundamente místico, y principal signo femenino del Zodíaco, Cáncer está regido por la Luna y es donde se exaltan Júpiter y Neptuno. Su clave física es fecundidad. También es el signo del hogar, la familia y el sentimiento paternal y maternal que preside la vida familiar. Júpiter, planeta de la amistad y la generosidad, y Neptuno, octava superior de Mercurio y planeta de lo divino, contribuyen al misticismo de Cáncer.

Al entrar el Sol a Cáncer en su movimiento anual aparente en torno al Zodíaco, ocurre el solsticio de verano; es cuando la brillante y azulada estrella Sirio derrama su influencia espiritual intensamente. Como signo de la Madre Cósmica, Cáncer es el portal por donde las almas descienden para renacer. La influencia de Neptuno hace esta época propicia para entrar por la puerta de la luz hacia el mundo interno para experimentar la inmortalidad y esa triunidad humana: Luna, el cuerpo físico, Júpiter el alma, y Neptuno el espíritu. (“Los Grandes Mensajes”, cap. “Horóscopo e Iniciación.”)


La Humanidad responde a Dios por la influencia del Sol físico. Los Iniciados en los Misterios Menores a través de la influencia del Sol espiritual, cuerpo del Cristo Cósmico. Los Iniciados de los Misterios Mayores a través de Vulcano, cuerpo solar del Padre, planeta no reconocido aún por los astrónomos, conocido por los antiguos.

Antiguamente se representaba a Cáncer como una mujer con la Luna a sus pies y una corona de 12 estrellas sobre su cabeza; símbolo que en el Apocalipsis de San Juan representa la restauración triunfante de lo femenino caído, la Eva del Génesis bíblico, a su estado divino original.

La Luna como regente de Cáncer significa generación; Neptuno en su exaltación significa regeneración. El paso de generación a regeneración viene a ser el nuevo nacimiento, al cual se refiere Cristo al responder a Nicodemo. La clave bíblica de Cáncer la vemos en las palabras del Maestro: “A menos que un hombre nazca de nuevo no podrá ver el Reino de Dios…” A menos que nazca de agua (Cáncer) y de espíritu (Júpiter en Cáncer) no podrá entrar al Reino de Dios (Neptuno en Cáncer.)” Esta es una de las enseñanzas más explícitas sobre la Iniciación dadas por Cristo durante sus tres años de Misión pública.

Parábola bíblica para Cáncer: el Hijo pródigo (Lucas 15: 11 a 32.) De acuerdo a la Astrología esotérica, el alma al encarnar pasa por los portales de Cáncer. En sus aguas se forman los gérmenes de vida dando alma a cada unidad de los reinos naturales; así, este impulso vital progresivamente eleva el mineral hacia el vegetal, el vegetal hacia el animal, el animal hacia el humano y éste hacia el angélico, pues toda evolución es guiada por la Jerarquía superior. La de Cáncer corresponde a los Serafines.

Esa parábola es una historia de la evolución. De los dos hermanos, uno representa la naturaleza más elevada del alma, afín a lo bondadoso, noble, hermoso, puro y verdadero. El otro la naturaleza inferior, que abandona su responsabilidad en el hogar, y disipa su vida inútilmente. Esta enseñanza la encontramos expresada de varias formas en las diferentes tradiciones espirituales de la Humanidad. Esta en general ha vivido el papel del hijo pródigo; cuando retorna a su hogar, le confiesa a su padre: “he pecado, no merezco ser tu hijo.” Pero el padre lo recibe con cariño, y le da un anillo de oro y las mejores vestiduras. Un mensaje reconfortante para todo ser humano, que en medio del caos nunca llega a separarse definitivamente del amor y protección del Padre. En el salmo 139 leemos: “¿Adónde iré lejos de tu espíritu, adónde podré huir de tu presencia? Si subo hasta el cielo, allí estás tú; si me acuesto en el Seol (infierno), allí estás.” Y San Pablo ilustra este paso del mundo de ilusiones a la realidad al afirmar: “Las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.”


¿Por qué el cangrejo para este signo? En el momento del solsticio, comienzo del mes de Cáncer, el Sol parece retroceder luego de haber alcanzado ese día su posición más alta hacia el norte; igualmente, en el solsticio de invierno, inicio del mes de Capricornio, luego de haber alcanzado su punto más alto al sur, comienza a retroceder lentamente. Por ese vaivén, este signo se corresponde con los cangrejos y otros similares, incluida la tortuga. (Solsticio = “Sol quieto”). En el zodíaco de Denderah, Egipto, Cáncer está representado por el escarabajo. (https://es.wikipedia.org/wiki/Zodiaco_de_Dendera ) La Revelación de Dendera: http://www.bibliotecapleyades.net/egipto/esp_egipto07.htm

Durante el mes de Cáncer, signo de agua, corresponde a la estación de lluvias. Cáncer indica la actividad mental, y gobierna la conducta, el instinto, el sentimiento y la sensación en el hombre común, así como la actividad psíquica y subconsciente y la mediumnidad. Cáncer representa la caída del hombre en la materia, el atardecer, y Capricornio su resurgir desde la materia, el amanecer de los dioses. Cáncer simboliza el nacimiento de las serpientes, descendiendo hasta llegar a Libra, caída del Sol. Capricornio el de las águilas, ascendiendo hasta cruzar el meridiano.

Es una breve alusión al aspecto esotérico según la Astrosofía. Este año 2021 el solsticio ocurre el 21 de junio entre 3 y 6 a.m. para las Américas. Astrológicamente se destaca el signo de Los Peces ocupado por su regente Neptuno y su corregente Júpiter, despertando la espiritualidad en la Nueva Humanidad acuariana. Reforzado ello por Mercurio en su signo Gemelos, la Luna en Cangrejo y Saturno como corregente en El Aguador, Ganímedes. Además Plutón a casi 27º del Macho Cabrío, grado natal del Maestre S.R.F. fortalece su 2ª venida ahora en los planos sutiles; como está retrógrado, se sigue manteniendo el suspenso a nivel planetario. LA CEREMONIA COSMICA y la Sintonización se realizarán el día 21 a las 10 a.m. del lugar de residencia.

¡Feliz Solsticio para todos! A vivir, actuar y pensar veraniegamente, con fuego en el corazón y en el
caminar por la senda sagrada. PASH… Vuestro Hermano y Servidor, D. Días Porta

SENCILLO RITUAL PERSONAL O FAMILIAR DEL SOLSTICIO DE VERANO


En el solsticio de verano, o solsticio estival, se celebra el día más largo del año, que cae alrededor del 22 de junio. Los rituales de ese día se enfocan en Dios, pues el verano es su época. Celébralo al aire libre; si lo vas a celebrar al interior, hazlo durante el día, que el sol sea una parte prominente de tu ritual.

Instrucciones

1. Prepárate para el ritual del solsticio de verano: reúne un trozo de tela o una bolsa de tela con hierbas de verano. Como una mezcla de salvia, romero, tomillo, albahaca, lavanda, hierba de San Juan y verbena. Medita sobre tus dolores, problemas, penas y enfermedades. Ata la tela o bolsa con un hilo o cuerda roja y guárdala para el ritual.

2. Piensa en las cualidades del fuego, pues en el solsticio de verano el ritual se relaciona con este elemento. Reflexiona sobre las cosas de las que necesitas protegerte y escribe en qué aspectos de tu vida necesitas fortaleza, ya que el solsticio de verano es el momento de reunir valor.

3. Recoge flores para tu ritual de color amarillo dorado, rojo oscuro, blanco, rosa y púrpura. Sin importar qué ropa uses, elige prendas de color dorado o amarillo para honrar al sol. Usa una vela dorada o amarilla para representar al espíritu regente del ritual.

4. Cocina platos con hierbas de verano como albahaca, salvia, tomillo y romero. La sopa o salsa de tomate, con su color rojo fuego, es adecuada para la estación. Come frutas frescas o prepara una ensalada de frutas al terminar el ritual para darle dulce continuidad y final al verano.

5. Prepara tu altar con flores de verano, una vela dorada, la bolsa con hierbas y cualquier otra herramienta que desees usar. Dibuja el círculo. En el lugar más adecuado para ti durante el ritual, sostén la bolsa con hierbas en ambas manos. Mentalmente coloca todos tus problemas, penas y dolor en ella y al finalizar el ritual, entierra la bolsa en el suelo del jardín u otro lugar natural.

·         Recoge flores de tu jardín para hacer una corona que uses durante el ritual.
·         Cuida la seguridad contra incendios si vas a realizar el ritual al aire libre con una fogata. Esta es la época del año en la que el peligro de incendios es mayor.

CON MOTIVO DEL SOLSTICIO DE VERANO

DEL P.P. IX: MEDICINA Y PSEUDO MEDICINA, por el Maestre S.R. de la Ferriére:

“El mundo está bien organizado, su equilibrio reposa justamente sobre las analogías, que hace que algunas cosas sean atadas unas a otras más allá de los diferentes campos o dominios. Es a ese justo título que Teutatés, Dios galo, era adorado como “ordenador del mundo”, y era objeto de una fiesta especial la primera noche del año nuevo. Los Druidas tenían grandes conocimientos de las Leyes Universales, y respetaban ciertas fechas importantes también en el simbolismo; así los solsticios (que indican el día más largo o la noche más larga) con los equinoccios (igualdad del día y la noche) han sido siempre festejados. El Sol, que en su marcha aparente señala esas fechas, fue objeto de festividad, pero como símbolo de un esoterismo profundo (¡y no como algunos han querido ver en esas ceremonias un culto al Sol!), al igual que cuando fue asimilado al Fuego (elemento que él simboliza y que la astrología tradicional coloca en el domicilio del signo del León, que representa el elemento ígneo típicamente. No se ha encontrado jamás en los Antiguos la idea de “adorar” al Fuego como tal, sino más bien lo que él representa iniciáticamente.

Los Galos acostumbraban un gran fuego (el solsticio de verano) en honor de Belenus, que representaba al Sol; ese Dios Celta puede ser asimilado a Apolo. Es basándose en esas ceremonias que los occidentales actuales celebran todavía las fiestas llamadas “fuegos de San Juan.” Así mismo la Navidad, que había sido celebrada por los Antiguos en el Solsticio de invierno el 22 de diciembre, fecha conservada hasta el siglo IV cuando el Papa Julius señaló la fecha del 25 de diciembre! Las fiestas de San Juan han sido igualmente trasladadas al 24 de junio en lugar del 22, su fecha original.

Esa importancia de las fechas está particularmente simbolizada por Janus, ese Dios de Iniciación a los Misterios, al cual era rendido un culto especial en todos los países ocupados por los Romanos, especialmente por los Collegia Fabrorum fundados por Numad (en el P.P. VI hemos visto la importancia esotérica de su nombre).

Janus es el Janitor que obra y forma el ciclo anual. Las dos llaves que él usa (una de oro, la otra de plata) simbolizan los grandes y pequeños misterios. Son como las dos puertas solsticiales que dan acceso a las dos vías: Janua Coeli y Janua Inferni, de las cuales los cristianos han hecho el cielo y el infierno! En efecto, son el Devayana y el Pitri-yana, la Vía de los Dioses y la Vía de los Ancestros, conocidas de los Indos desde la más remota antigüedad.”

La fecha del solsticio desde el punto de vista del aprovechamiento de la energía no es un punto sino una zona: abarca tres días o grados zodiacales; es el paso del Sol por esa zona: un día antes, el día del paso del Sol por el primer grado del signo de Cáncer y el día siguiente. Igual para el comienzo de cada estación. No se consideran las constelaciones del zodíaco astronómico sino los signos del zodíaco intelectual. Las constelaciones miden el paso de las Eras. Los signos miden los cambios de ritmo del tiempo de la Tierra: Cáncer, primer mes del verano: ascenso del verano, signo cardinal = activo; Leo, culminación del verano, signo fijo = estabilidad; Virgo, descenso del verano, se va acercando el otoño, signo mutable = adaptación. El zodíaco intelectual representa el calendario solar, no estrellas.

Hay dos tipos de tiempo, o mejor, de manejo del tiempo: el tiempo convencional, estático, marcado por el calendario oficial, bueno para los negocios, la política, la rutina cotidiana en las ciudades divorciadas de la naturaleza, no bueno para la vida humana porque los nombres comunes de los meses no dan indicaciones para que vivir al ritmo de la danza del tiempo; y el tiempo sagrado, dinámico, marcado por los ritmos de la naturaleza, como el paso de las estaciones, las horas solares durante el día, las posiciones planetarias, las fases lunares, etc., que armonizan con las leyes del cielo y de la tierra.

El tiempo convencional se maneja monótonamente: todo el año se come lo mismo, se trabaja igual, y así con la vestimenta, costumbres y demás, indiferentes a los ritmos de la orquesta natural, bailando la misma pieza todo el año aunque la orquesta cambie de una a otra. Esa arritmia provoca enfermedades. Manejar el tiempo sagrado implica seguir su dinámica: en primavera vivir primaveralmente en todos los aspectos, hasta en el pensar, y así en cada estación. Es la medicina cósmica, la mejor y: ¡gratuita! Brinda los frutos maravillosos de la sabiduría perenne, legado de nuestros sabios antepasados.

T. A-O Domingo Días Porta

RITUALES POPULARES ACOSTUMBRADOS:
https://fiesta.uncomo.com/articulo/rituales-para-el-solsticio-de-verano-19580.html

EL SOLSTICIO DE VERANO, LA PUERTA DE LOS HOMBRES

Historia y tradición. La celebración del solsticio de verano como tal data de 5000 años antes de Cristo a raíz de la permanente observación de la bóveda celeste por parte de sabios astrónomos-astrólogos. Los antiguos griegos definían este acontecimiento referente al Sol como una puerta de entrada a otra dimensión, el sol mermaba día a día porque penetraba en la dimensión del espíritu de los hombres, primero lucía en el exterior para después lucir en el interior. El espíritu se recoge sobre sí mismo para asimilar las experiencias vividas que el sol interior ilumina. A esta puerta imaginaria la llamaron Puerta de los Hombres. Al solsticio de invierno lo llamaron la Puerta de los Dioses.

Esta creencia forma parte de la mitología griega que expresa en un lenguaje metafórico la relación del hombre con los dioses creadores que habitaban el panteón Olímpico, en el hogar de la luz, que es lo que significa Olimpo, luminoso. El hombre solo puede llegar a la luz, a conectar con los dioses del Olimpo mediante una introspección, cruzando la puerta del inconsciente. Los griegos también rendían culto a Apolo, dios solar, padre de la medicina del alma, al cual invocaban encendiendo hogueras de carácter purificador. Mediante rituales, los kouros, o terapeutas, sometían a los enfermos a sesiones de análisis de sueños mediante la inducción a un estado alterado de conciencia. En estas sesiones les eran reveladas las dolencias del paciente. Los kouros, fueron, sin duda, los primeros psicoanalistas de la historia. Más tarde la mitología romana se referirá a las Puertas Solares como las dos caras de Jano, el guardián de las Puertas, el dios que simboliza la transición del pasado al futuro, de la vida a la muerte y el renacimiento. Jano influye sobre las cosechas y sobre la luz y la oscuridad.

Muchas otras culturas han celebrado y siguen celebrando este fenómeno cósmico, porque el Sol es para todos una fiesta, un principio de vida, la continuidad de la existencia y el primer logo o divinidad con la que la humanidad se identificó. Numerosas leyendas también dejan constancia de la existencia de Puertas invisibles a simple vista, para los ojos físicos, pero no para la percepción más trascendente del ser humano durante este momento mágico. Dicen que los espíritus más puros, los guías de luz, logran también acceder a nuestra dimensión durante el festejo del solsticio para comunicarse con nosotros.

En la cultura celta los druidas celebraban el ritual de Alban Heruin, que consistía en encender hogueras buscando la bendición para las tierras y sus frutos, así como buenos augurios para los enamorados y fertilidad para las mujeres. La magia de los druidas invocando a los Elementales, es decir, a los espíritus de los elementos de la naturaleza: las Salamandras del Fuego, las Ondinas del Agua, las Sílfides y Elfos del Aire y los gnomos de la Tierra, son parte de una tradición que nos ha dejado numerosas leyendas y mucho folclore musical.

En México, los guerreros aztecas dedican muchos rituales al culto solar para que la “renovación de los fuegos”, ayude a la tierra y al ser humano a respetar los ciclos y a obtener buenas y abundantes cosecha, así como salud.

Los Incas del Perú festejan el Inti-Raymi, la fiesta del Sol. Es un espectáculo ver en la explanada de Sacsahuamán, muy cerca de Cuzco, las llamaradas de las fogatas que invocan al astro rey antes de la salida del sol. (NOTA: en Perú es solsticio de invierno. D.D.P.).

En la tradición hindú, el solsticio estival es la vía de los ancestros, la pitri-yana, igual que para los griegos, una puerta que conduce al interior. Los Indras adoran el fuego primordial y aseguran que algunos chamanes durante el ritual del fuego pueden leer el futuro en las llamas. Las cenizas de las hogueras durante el solsticio se conservan todo un año. Entre los beréberes de África del norte de Marruecos y de Argelia, se celebra la fiesta del Ansara el 24 de junio. Encienden hogueras en las plazas de los pueblos, en lugares que consideran que necesitan una purificación. Arrojan al fuego hierbas medicinales. Ahúman después sus principales utensilios, herramientas y objetos personales. Consideran que el humo de las hogueras protege los campos cultivados y mata los virus y las malas energías. Seguidamente saltan siete veces por encima de las brasas, purifican también el interior de las casas y a los enfermos con ramas encendidas para ahuyentar los malos espíritus e inmunizar el cuerpo. Esta tradición procede de la cultura pre-islámica porque se basa en el calendario solar, actualmente el calendario musulmán se basa en la luna, aunque se siguen conservando muchos de estos rituales.

La tradición cristiana que celebra la fiesta de San Juan el 24 de junio, adaptó el culto pagano a las enseñanzas bíblicas. Según las Sagradas Escrituras, Zacarías recibió en sueños un mensaje del Arcángel Gabriel anunciándole su próxima paternidad. Pero Zacarías no lo creyó, seguro de que su mujer era estéril. Ante la falta de fe, Zacarías quedó mudo y sólo recobró la voz cuando nació su hijo Juan. En agradecimiento a Dios, Zacarías encendió una gran hoguera y en un ritual de purificación, saltó por encima de las llamas recitando cánticos de alabanza al Señor y anunciando el nacimiento de su hijo. Esa es la conmemoración de la Iglesia católica cada 24 de Junio, el nacimiento de Juan Bautista, precursor de Jesús anunciando el nacimiento de una nueva fe basada no en el rito pagano del planeta, sino en el poder del sol interior.

EL SOLSTICIO DE VERANO, UNA INICIACIÓN

Coincidiendo con el periodo del solsticio, y por todo lo explicado anteriormente, la fiesta de San Juan representa esa cultura que contempla lo exotérico: el sol como astro que nos permite la vida, que la naturaleza siga dándonos sus frutos; pero también lo esotérico: los rituales iniciáticos que tienen lugar en numerosos lugares de la tierra del el 21 al 24 de junio, tienen como propósito recrear la magia, cruzar la “Puerta”, dar el salto de una realidad a otra, la posibilidad de quemar todo lo viejo, mediante el acto de arrojar al fuego de las hogueras todo lo inútil, lo que ya no puede convivir con la nueva personalidad naciente. De la misma forma que todo es cíclico, nuestra naturaleza interna también tiene que renovarse.

De todo ello se desprende el sentido mágico de las fuerzas de la naturaleza. Suelen recolectarse en esos días del solsticio diversas plantas medicinales porque se ha comprobado que su poder curativo se multiplica considerablemente. Se recogen diversas variedades, como el hipérico o hierba de San Juan, la Manzanilla o Abrótano hembra, la Artemisa, la Milenrama, el Saúco, el Gordolobo, la Pulsatilla alpina, la Onagra y la Perpetua, el Espliego, el Romero, el Tomillo. Esas propiedades medicinales aumentan gracias a la especial radiación del Sol en el solsticio y también a la exhalación del vapor de agua llamado Flos-coeli (flor Celeste), también llamado Flor de Agua, que se forma al amanecer, es el rocío solsticial.

Como este acontecimiento solar se relaciona con la purificación, la prosperidad, la abundancia y la fecundidad, algunas tradiciones populares cuentan que al amanecer del primer día de verano, las mujeres de los pueblos iban a recoger de las fuentes y de los manantiales la Flor celeste o Flor de Agua y se la bebían, creyendo firmemente que encontrarían a la pareja adecuada, se curarían de algún mal, o podrían concebir hijos. Durante este ritual solían entonar cantos específicos dedicados al rocío.

La tradición de esta fiesta de raíces milenarias se sigue celebrando en muchos lugares del planeta y en todos, las costumbres son similares. Coinciden en el encendido de hogueras purificadoras o de adoración al Sol. En algunos sitios también se complementa con baños al amanecer, como un ritual de bautismo. Entrar al río o al mar para limpiar las emociones y después dar tres vueltas en sentido contrario a las agujas del reloj alrededor de la hoguera. Este acto simboliza la purificación, termina saltando por sobre las brasas entonando algún mantra u oración de transmutación. Es común también que en la fogata cósmica se quemen enseres viejos, intenciones escritas en un papel y que se celebre la noche con cantos y ofrendas a la tierra. Influencia de los astros en el solsticio de verano y plantas medicinales que pueden activarse esa noche mágica.

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