MOTIVOS PARA EL PENSAMIENTO XII

Solo quienes entienden la simbología pueden realizar la verdad.’ El Maestre S.R.F.

Tomando los pasajes conocidos de la vida del Maestro Jesús Nazareno como indicativos de etapas del Sendero Iniciático para los discípulos, aprovechemos el Adviento como tiempo de purificación que permita el surgir de la conciencia crística al momento cósmico del solsticio de invierno. Cuando la noche prevalece sobre el día, y por tanto brillan con más esplendor las estrellas sobre ese oscuro fondo. Durante el adviento el peregrino se va armonizando con los dones que trae ese oleaje cósmico de los días navideños. Si conoce el significado de la Iniciación Crística, comprenderá en profundidad las disciplinas del Adviento.

Los discípulos del Cristo observaban ese tiempo como una oportunidad para recibir luminosas revelaciones desde los planos superiores. Se entrenaban intensivamente para alcanzar sus aspiraciones más elevadas al llegar el Adviento a su culminación en la Noche Santa del solsticio.

En armonía con las energías zodiacales, el Adviento ocurre cuando el Sol está atravesando el signo de Sagitario, signo de éxtasis y clarividencia espiritual, con su clave: YO VEO. En el misticismo antiguo se consideraba ese tiempo como la Fiesta de la Luz, de lo cual quedan reminiscencias en la tradición de la Corona de Adviento y de la Estrella de Belén. Época del año cuando la Luz del Cristo Cósmico desciende más intensamente sobre la Tierra. Usualmente, el Adviento comienza el último domingo de noviembre, o el primer domingo de diciembre, para que cubra los cuatro domingos antes de la noche de Navidad, cuando culmina en la radiante gloria de la entrada del blanco invierno. El Adviento esotéricamente abarca tres Grados, en camino al gozo de esa noche sagrada, la más larga del año, cuando el Sol llega a su máxima declinación Sur, y tres días después inicia su retorno al Norte.


Ese período preparatorio para el ascenso del alma implica procesos de desarrollo interno, trascendiéndose a sí mismo, como disciplina de un Yoga Iniciático para encender una por una, las siete luces de los chakras. La primera semana es la etapa o Grado de la Anunciación. La Virgen María fue la primera en la actual Humanidad que obtuvo el poder investido por este Grado. Un hecho que entendieron los de la primitiva Iglesia Cristiana, razón por la cual María llegó a ocupar un lugar preponderante en las meditaciones y ceremonias del Adviento.

El Grado de Anunciación se refiere primordialmente al cultivo de la pureza, tal como se propone en la Alquimia espiritual. Hoy la mayoría de los estudiantes de Iniciación apenas entienden el significado de esa cualidad, una de las “Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a Dios.” Los Iniciados de los antiguos Colegios Iniciáticos o Escuelas de Misterios pasaban por largos períodos probatorios para poder cultivar pureza de mente, alma y cuerpo, lo cual impregna toda la naturaleza humana en pensamientos, palabras y obras.

En el Grado de Anunciación, también llamado Grado de Pureza, uno de los pasos iniciales más importantes en el ascenso de conciencia. Pocos comprenden que la pureza, lejos de ser una condición estática, es un poder dinámico en la vida de todo aspirante. El Señor Cristo fue enfático cuando indicó tiene que ver con la alimentación. Un aspirante sincero no acepta el sacrificio de nuestros hermanos menores del Reino Animal para gratificar apetitos y gustos sensuales. Al eliminar la ingesta de carnes el vehículo físico se depura, logrando una más intensa receptividad a las impresiones del alma y a la visión espiritual. Así, los aspirantes nutren el cuerpo con los frutos de la tierra que la naturaleza provee abundantemente. Como se ordena en la Biblia: Génesis, cap. 1, vers. 29, 30 y 31.

Al cultivar el Grado de Pureza o Anunciación, el aspirante logra mayor poder interno para trascender pensamientos, sentimientos y emociones densos, destructivos, negativos. Su conciencia se va centrando más y más en lo bueno, lo verdadero, lo bello. Este Grado encuentra expresión perfecta en la Divina María y su vida pura y fragante como un lirio. La contemplación de su vida, por lo tanto, es primordial para cultivar la pureza, primer paso en el Sendero de Perfeccionamiento. La importancia de María respecto a las disciplinas del Adviento no termina con la primera semana, sino que va tomando más profunda significación durante las siguientes semanas.


Con el desarrollo del estado de pureza, otras facultades superiores van despertando. Ello proporciona más intensa receptividad a los reinos celestiales y sus entidades. Después que María cultivó los poderes inherentes al Grado de Anunciación, fue que se hizo consciente de la siempre presente compañía de los Ángeles. Tanta fue su asociación con los del reino angélico, que fue reconocida por los primitivos cristianos como Reina de los Ángeles.

Información proveniente de la T.I. Continuaremos con el Grado de la Inmaculada Concepción. Además, presentaremos la Enseñanza del Maestre al respecto.

La sabiduría de Dios es como la luz de los cielos. El hombre razona y se confunde. El Guía y Custodio, T.A-O Domingo Dias Porta (mes Sagitario, Año LXX – Nov. 2017)