Con Motivo del Día del Sat-Gurú

(7 de octubre de 2012)

En Homenaje a los Maestros de Sabiduría.

Citas del IV Mensaje:

Ciencia y Religión,

por el Muy Ven. Maestre S. R. de la Ferriére.

Luego del prólogo cita esta introducción a la obra:

MAESTROS Y DISCÍPULOS DE SABIDURÍA, por El Tibetano

Todos los “espiritualistas” tienen sus “maestros”. Los sectarios y los doctrinarios tienen sus “salvadores” y sus “inspiradores”. En realidad empleamos estos términos a falta de otros mejores para expresar nuestro pensamiento; pero en nuestra humilde opinión, estas palabras están explotadas enlodadas, estropeadas, mancilladas o deformadas.

“Maestro” ha llegado a convertirse en símbolo de dictadura, de tiranía, y también en un signo de ridiculez, del sentimentalismo morboso, de la mística supersticiosa y del fenómeno extraceleste. En cuanto a la designación de “espiritualista” es casi un término peyorativo en la actualidad. Preferimos no insistir para no chocar con las opiniones de nadie, pero muchas veces hemos expresado nuestra opinión a este respecto. La mayoría de aquellos que se dicen evolucionados, pretenden tener sus “gurús” (o Instructores) en lo Invisible!!! para asombrar mejor a los pobres de espíritu, lo cual no es en verdad el medio más seguro para no ser engañado!… Algunos se pretenden en relación telepática con los Iniciados del Tíbet, de la India o de Egipto: todos seres etéreos, misteriosos, etc.

Empero si un genio auténtico aparece, lo niegan, lo persiguen o lo crucifican. Si un verdadero sabio se pronuncia, lo ridiculizan; si un Maestro Verdadero y no ilusorio aparece entre ellos, no sabrán reconocer que su grandeza se mide por su modestia y por su ausencia aparente de poderes supra-humanos; no le comprenderán, no le amarán, no le seguirán. . .

Un Maestro, dicen ellos, no debe jamás estar triste, cansado o desalentado. . . ¿Pero acaso Jesús no lloró al saber de la muerte de Lázaro? ¿No relatan los Evangelios que un día Él se encontró desalentado? ¿Se olvida que Él imploró gracia en el Monte de los Olivos, y lloró en el Camino de la Crucifixión?

Un Maestro, insisten, no debería jamás atraer odios, provocar violencias, producir desarmonías. . .¿Pero no saben acaso que el Iluminado y Bienaventurado Buda fue odiado por los Brahmanes; que el Sublime Orfeo, el Magnífico Pitágoras, el Ilustre Platón, lo mismo que El Cristo y los demás Iniciados han tenido que luchar contra la monstruosidad humana y sus torpezas? He aquí que donde impera la Belleza, la fealdad salta a la vista. . .

Todo lo anterior es desgraciadamente una tradición humana: ¿no se acusó al Dante de falsario, de plagiario a Víctor Hugo, de robo a Edison, de cruel a Mahoma, de insensato a Wagner?

Un Maestro, dicen ellos, no debería tener más que gestos dulces y palabras de amor. Sin embargo, Jesús trató a sus Discípulos de “raza de víboras” y arrojó a látigo a los mercaderes del Templo; Moisés muere maldiciendo a los suyos. Es más, los cristianos que desde hace dos mil años se dan de golpes de pecho ante el crucifijo, si su Salvador regresara, lo clavarían nuevamente en el madero del suplicio con más ferocidad que antes. . .

¿Puede uno imaginarse lo que es la Ofrenda constante de un Maestro, cuyas vibraciones están totalmente por encima de los planos humanos y que consiente la repetición diaria de los gestos rutinarios de cada individuo?

Ellos tienen naturalmente un cuerpo humano, una nacionalidad, una personalidad, una vida que les es propia; pero estas condiciones terrestres o humanas no interesan a nadie.

Después de todo, ¿qué importa que los Maestros de Sabiduría sean chinos o americanos, de raza hindú o alemana?

  • Pueden todas las Almas ser salvadas por numerosas que sean.
  • Pueden todas las pasiones ser destruidas por insaciables que sean.
  • Pueden todos los caminos que conducen a la Verdad ser recorridos

por difíciles que parezcan.

  • Puede la Iluminación ser alcanzada por lejana que parezca.
  • Pueden los Maestros venir y salvarnos. 
AUM

IV Mensaje, capítulo II:

LA SEÑAL DIVINA

Definitivamente, es necesario volver a aplicar

el Sello del Dios Viviente 
en la cumbre de los Altos Estudios.

La INICIACION es la Tradición organizada y conservadora de las Ciencias Secretas. Sus bases son inmutables, pero en conjunto de conocimientos es aportado en cada época, según la Ley de evolución de todas las cosas.

Los INICIADOS son verdaderos benefactores de la Humanidad, en un grado cualquiera, ya que sólo se ocupan del bien general. Son ellos verdaderos constructores que buscan edificar según un Ideal de los más elevados, concerniente lo mismo al mundo físico como a los dominios intelectual, espiritual y moral. Sus sentimientos verdaderamente humanitarios y filantrópicos les permiten un trabajo desinteresado, animándolos en todo el amor universal.

Aquellos que están animados de una firme voluntad de progreso, de elevación y de liberación espiritual deben agruparse y fundar una colectividad de perfeccionamiento, por encima de las limitaciones y trabas de la vida materialista. Fue así como tuvieron origen las Comunidades Sagradas e Iniciáticas a base de este deseo de mejoramiento, teniendo en cuenta las lecciones extraídas de los Antiguos.

Naturalmente la iluminación pura, la FE innata, no exige reunirse o agruparse para analizar un efecto cualquiera, porque en estos casos, se trata únicamente de sensaciones personales, ya que se sabe que cada Místico ha recibido de diversa manera la Luz Divina.

Para los Aislados, aquellos que sienten instintivamente el llamamiento, los que tienen la fuerza de disciplinarse en una línea estricta de conducta, las reglas elementales son fáciles de observar, mas, de pronto, puede llegarse a la deformación, debido a la elasticidad de la consciencia, ya que los motivos para llenarse de razón están siempre al alcance de los débiles…

En suma, lo indicado es recomendar al joven ir primero a la escuela antes de aventurarse a la vida. Los Colegios Iniciáticos enseñan el camino a seguir y preparan los Maestros. Antes de ser Maestro es necesario ser Discípulo.

Digamos una palabra sobre la Salvación. Cuando se habla de Salvarse, esto significa únicamente escaparse a su estado; es la elevación de un dominio a otro (y a esta explicación debe concederse solamente un valor relativo).

El Ser humano retorna a su fuente sólo mediante la facultad que le fue dada de ejercer su voluntad, de activar su Libre Arbitrio, de evolucionar según la Ciencia y su Conciencia; mediante esta formación concreta, mediante su instrucción, su educación objetiva, se establece su opinión; éste es su conocimiento, su Saber; pero además de esto, sus impresiones, sus instrucciones, sus aspiraciones, forman una parte subjetiva de su ser, llamada conciencia para facilidad de las cosas, que puede ser el alma, el espíritu, etc..

El Hombre tiene una naturaleza constituida por 3 cuerpos que toman los nombres más diversos, según las concepciones y creencias, mas todos, afortunadamente están acordes en reconocer estos 3 estados vitales.

Cuerpo físico, astral y divino deben ser conservados perfectamente porque ellos se interpenetran y pueden causarse perjuicio; si el hombre no trabaja suficientemente en su cuerpo astral, se prepara un terrible momento a la muerte del cuerpo físico, porque su cuerpo astral, estando ligado a él mediante sus ojos materiales, sus aspiraciones bajas, etc., no puede evolucionar y ésta es la segunda muerte, es decir, que la individualidad que en él está encerrada será disuelta lo mismo que el cuerpo físico, volviendo a toda forma terrestre a su mismo elemento, esto es, la pérdida de una evolución… No habiendo cumplido su Misión, esta parcela retorna a su plano cósmico (sin memoria naturalmente aunque con experiencias válidas); el trabajo ha fallado y estas células esperan nuevo impulso.

Esta quiebra del hombre puede ser rehabilitada si se hace el esfuerzo necesario: por medio del estudio, del progreso espiritual, el ser constituirá un cuerpo de luz (astral) capaz de resistir a la disolución (disociación) en el momento en que el cuerpo físico se disuelva: la individualidad se habrá salvado.

A partir de este hecho, se comprende una de las necesidades de esta lucha encarnizada que es preciso sostener para ser mejor. La salvación prometida por las diferentes religiones son estados de esta conciencia después de la muerte del cuerpo físico, entendiéndose que los términos muerte o nacimiento se emplean con la idea habitual que de esto se tiene, porque hay muertes que no se ven, lo mismo que nacimientos en lo invisible.

En la Mitología egipcia se dice que un alma inteligente y pensante, al salir del cuerpo, se volvía a unir a la Inteligencia Suprema, de la cual había emanado; otra, el alma sensitiva y ágil, entraba por la puerta de los Dioses (el signo de Capricornio) en el Amenthes (el cielo acuoso), en el cual habitaba a gusto todo el tiempo hasta el momento en que descendiendo por la puerta de los hombres (el signo de Cáncer) venía a animar un nuevo cuerpo.  (Ver al respecto: Los Misterios Revelados, y Propósitos Psicológicos XII: Ciencia y Esoterismo, del autor)

(Consultar sus obras completas en: www.sergeraynauddelaferriere.net )