DIA DEL 4º GRADO INICIATICO 2014

1º de Mayo, 2014

 

A los Caminantes por las Sendas del Espíritu,

A los Maestros y Discípulos de nuestra Orden,

Les hago llegar el saludo tradicional de los Santuarios Iniciáticos:

PAZ INTERIOR…  Unidos como una sola Familia sagrada, bajo la Divina Bendición.

Sea oportuna esta fecha de nuestro Calendario Iniciático, cuando conmemoramos  el cuarto tramo del Sendero de Liberación, para destacar los valores que vamos cultivando al trepar por esa ruta ascendente.

Valores que no son la Meta a alcanzar, sino medios, impulsos que nos fortalecen para irnos superando pese a los obstáculos inevitables que la vida presenta. El cultivo y logro de esas virtudes  dan confianza en sí mismo y la comprobación de que cada día estamos acercándonos a la Meta.  Poco a poco, progresivamente.

No es posible alcanzar en poco tiempo esa suprema Realización de la Verdad viviente cuando tenemos  tiempo inmemorial viviendo  existencias ordinarias, sin una espiritualidad genuina; no simples creencias o doctrinas que no se aplican en el día a día, en cada experiencia y situación que presenta el destino.  Hay que pasar de la teoría, de las palabras, de las ideas, a la acción.

¿Cuál acción?  El trabajo constante sobre sí mismo, tallando la piedra bruta para liberar la piedra preciosa, esa Piedra Filosofal de la Alquimia espiritual.  Dejar de ser lo que se es para llegar a ser lo que debemos y necesitamos Ser.  Morir internamente para nacer de nuevo en otro estado de conciencia, en otra manera de vivir y de ver la vida.

En una palabra: lograr la Libertad prometida.  “La Verdad os hará Libres” dijo el Gran Nazareno.  Dando a entender que la Libertad es la Meta y la Verdad es el Camino.  Porque cada día nos  brinda su verdad si la sabemos extraer.  Así, de verdad en verdad, vamos liberándonos de ataduras, de esas pequeñeces que debilitan moralmente y retrasan nuestro progreso por la ruta sagrada de la vida verdadera. De las sombras y los velos de la ignorancia al esplendor de la sabiduría existencial.

No es posible avanzar solos. La condición de autodidacta corresponde a una etapa inicial. Hace falta el Maestro, el guía que sirve de lámpara luminosa, de apoyo y bastón mientras se viva como un paralitico, confundido, desorientado, dejando escapar el tiempo que se  da a cada quien para asimilar las lecciones guardadas en cada experiencia.  Lecciones que contienen la verdad correspondiente a cada día.

A propósito, voy a citar a continuación Enseñanzas de nuestro Maestro y Guía espiritual, centro de referencia en nuestro Sendero, el Maestre S. R. de la Ferriére:

maestre

…Los mensajes que han dado los Hombres de Pensamiento son consejos a seguir,  estímulos a una línea de conducta que ellos nos ofrecen; pero aún el escrito presentado es solo una necesidad del momento, que requiere ser completado. Será, pues, una colección de obras lo que establecería el sistema propuesto, necesitando todavía,  muy a menudo, una profunda meditación acerca de los temas expuestos. Esto me recuerda un pequeño incidente durante una conferencia en Australia. Había esbozado ya las grandes líneas de mi asunto, cuando llegué, por fin, al problema metafísico de la divinidad: “Dios no es bueno” dije, y en ese momento, entre las numerosas personas de pie al fondo de la sala, una buena anciana se fue sin esperar que terminara mi frase. Yo continué: “Dios no es malo tampoco, porque si somos creados a su imagen, El no está hecho a la nuestra y no puede, pues, poseer esas condiciones demasiado humanas, El está simbolizado más bien  por su Perfecta Justicia”.

¿Cuántas veces fueron juzgados los hombres por una única frase? La inspiración primera de algunas palabras que constituyen una locución, justa o falsa, no puede servir para un juicio definitivo. Un mensaje puede caber en unas palabras, pero aún es necesario razonarlo, meditarlo y ante todo Realizarlo. Lo he dicho muchas veces: el ejemplo no sirve para mucho; el sacrificio de Cristo no pide ser seguido sino solamente ser entendido. ¿Puede negarse  la enseñanza de Moisés porque cayó muerto un hombre frente a su poder magnético y acusar a ese gran Mesías de criminal?

Se espera demasiado de los Maestros. ¡Como si al pronunciar una palabra ellos, pudiesen salvar todo! Claro, es poderosa la vibración de su verbo, pero se necesita  estar sobre la misma radiación para recibir los efectos.

Esa cualidad psíquica sigue siendo desconocida, y el ser humano continúa queriendo que sus problemas se resuelvan simplemente al escuchar o al leer los propósitos de un Ser a quien considera superior. Muy a menudo él acepta o rehúsa esta enseñanza según  corresponda o no a sus ideas preconcebidas. Que se entregue ese Ser Superior –emblema de toda su devoción- a un acto típicamente humano, y aquel hombre  rechazará con desprecio a quien fue su gran guía; sin embargo, guardará  partes de la enseñanza, que podrá utilizar para elevarse delante de sus contemporáneos.

Acaso no dije y repito desde hace diez años: “¡No miren mi dedo, estudien el camino que les enseño!” Se conoce la anécdota del Buda, quien detenía a la gente que buscaba al agresor, cuando un moribundo estaba  en el suelo con una saeta en la espalda… “¡Qué importa de dónde viene o quién arrojó el arma! Curen la herida ante todo”, dijo él.

Sí, qué importa de dónde viene la enseñanza o quién la enseña; se acepta o se rehúsa el mensaje, independientemente de quien lo ofrece.

Se conversa demasiado acerca de los hombres  y muy poco acerca de lo que trajeron. Lo importante es la Lección que se puede aprovechar, el sistema que se  ofrece, y no los actos mismos de quien lo ofrece. El hombre moderno,  sobre todo el  occidental, está espiritualmente ciego; y como el Dr. Alexis Carrel dice en su obra “La Oración”: “El hundimiento de nuestra civilización se debe atribuir a la mala calidad del individuo. En realidad, lo espiritual es tan indispensable al éxito en la vida como lo intelectual y lo material. Así, pues, es urgentísimo resucitar en nosotros mismos las actividades mentales, que, mucho más que el genio, dan a la persona su fuerza. La más desconocida es el sentido de lo sagrado…”

Cuando se pide a los discípulos estudiar, y estudiar aún más, aunque luego tengan que olvidarlo… es en el sentido de aprender a interesarse en ellos mismos y no en los autores de las enseñanzas. Así, podrían después dedicarse al prójimo, sin estar atados a prejuicios.

Pero la documentación ofrecida se considera, a menudo, sobre el plano de un mecanismo mayormente intelectual. Se debería extender ese conocimiento a otros planos más que a una función de retentiva; el Saber es un producto que se ha de asimilar en  diversos niveles. Transponer, y no traducir, a su propio entendimiento; es decir, que una enseñanza siempre deja traslucir posibilidades de trasplantarse a diversos planos donde puede encontrar su campo de cultivo. Son las “capas” de las cuales habla el Zohar, es la lección esotérica a la cual  alude Jesús cuando habla a sus discípulos (San Juan, XVI:12).

¿Pide un Maestro ejemplos idénticos a su sacrificio? ¿Insiste en que sus discípulos le sigan en su calvario? ¡No! Se echa a cuestas las “culpas” (¡los pecados se dijo!), es decir, la ignorancia de la muchedumbre, y se hace responsable de ellas.

Un autor ofrece sus pensamientos, sobre todo, para compartir la satisfacción de su “hallazgo”; no anima sino indirectamente a sus discípulos a utilizar su método: lo que quiere, ante todo, es la comprensión de su sistema como documentación traída al edificio del Saber Humano.

El hombre de pensamiento presenta un trabajo de síntesis que podrá facilitar la tarea a los verdaderos investigadores en la obra personal que deben  cumplir sobre sí mismos; porque, en realidad, la “Auto-Realización” siempre será la palabra final. Nunca podrá alguien sufrir la prueba definitiva por otro; cada uno debe beber, por lo menos una vez en su vida, el cáliz de la Iniciación Suprema.

¿Animé yo a alguien a acompañarme en mis peregrinaciones, a seguirme en las selvas o los yermos y en mis retiros en el Himalaya? La obra de uno, su experiencia, su misión, no pueden servir a otro! No se puede ser sino el “Guía”, y los discípulos deben caminar ¿qué diré? ascender por sí mismos, lo que no les impedirá, una vez en el camino, alcanzar solos la cumbre…

En las montañas, el camino más corto va de una cumbre a otra; pero para seguir ese camino es necesario tener piernas fuertes. Deben  ser cumbres las máximas, y hombres nobles y recios aquellos a quienes se les habla…

Lo importante hoy es  mejorar el estado mental de la humanidad; nos ocupamos demasiado de valores materiales, considerando el problema espiritual como secundario.  Muchos individuos no dejan atrás la edad psicológica de los diez años, dice el Dr. Alexis Carrel; la mayoría nunca alcanza la madurez mental.

Sin embargo, nuevas experimentaciones acaban de revelar que el ser humano actual rejuvenece (se constató que, generalmente, el hombre de cincuenta años parece ahora no tener más de cuarenta y seis, en comparación con los de generaciones anteriores); igualmente, podemos permitirnos hoy mejores oportunidades para el ascenso del espíritu.

(De su obra De los Orígenes de la Evolución. Alquimia (introducción), Niza, Francia, 1956.

De esa Enseñanza para los discípulos se desprenden importantes deducciones.  Hay que estudiar toda su obra, tanto escrita como viviente, no limitarse a solo un aspecto, para poder captar, comprender el sistema que él presenta a los discípulos, a fin de cultivar una línea de conducta ajustada a los preceptos tradicionales.  No basta el estudio, no se trata de memorizar, hay que razonar, meditar, asimilar y sobre todo Realizar (vivirlo, hacerlo parte de nuestra conciencia y actuación) la enseñanza en sí, el Mensaje.  Y no tomar a ciegas la enseñanza de un Maestro como si fuesen dogmas, sino analizarla detenidamente, aceptando lo que se puede asimilar.  La enseñanza se toma como se come el alimento, para nuestro fortalecimiento humano y espiritual, no para fanatizarse, discutir, criticar.

Cuando dice que no vean su dedo sino la dirección hacia donde está apuntando, se refiere a no rendir culto al personaje, ni tampoco rechazarlo por alguna condición humana, sino ver el camino que indica y seguirlo.

 Tampoco se trata de seguir ejemplos, o sea, de imitar; hay que ser genuinos, cada quien ha de presentar su autenticidad, su verdadero nivel de comprensión, y no copiar automáticamente gestos y palabras de otra persona.  Para seguir el ejemplo del Cristo se necesita primero haber alcanzado su estatura espiritual.  Pero sí podemos estudiar los actos de un Maestro, tratando de entender sus motivos, eso sí puede ser de provecho para el discípulo.

Los Grandes Maestros de la Humanidad no han sido una copia el uno del otro; cada uno ha sido diferente en su accionar y en su sistema de enseñanza; pero eso sí, todos se complementan entre sí, no hay contradicciones de fondo, solo unidad en la diversidad.

Volviendo al tema de la celebración del Día del 4º Grado Iniciático: Ajka´anbesaj (en maya) = Gurú (en sánscrito), veamos  el simbolismo de los Grados representado en el Gran Arcano alquímico:

gran_arcano

Entonces, en la Escala Iniciática de los Grados que presenta el Maestre Avatar (en Los Grandes Mensajes), el 4º Grado está en la mitad del camino ascendente, ha recorrido la primera mitad y le falta la mitad superior (En cambio, en la Tradición mística devocional de la India, Gurú indica el estado más elevado.)

.  “Gurú” significa “disipador de tinieblas”; o sea, que debe trabajar tanto interna como externamente, para disipar las tinieblas, descorrer los velos que ocultan la Luz de la Verdad, en sí y en quienes le rodean.  Es Maestro para quienes vienen detrás de él, y discípulo para quienes van delante de él.  Por eso se subordina al de mayor Grado para lograr escapar de esos velos, pues de lo contrario queda estancado, apegado a su estado de conciencia y a la importancia personal, el ego.

El 7º Grado es el estado superior: Sat-Gurú = Maestro de Maestros, Maestro Divino; en maya: Aj Men = Artífice Alquimista, Diestro en el Arte Sagrado.

En  su obra Objetividad Metafísica.  La Rosa y la Cruz (P.P. VII), el Maestre de la Ferriére expone (en frases entresacadas de varios párrafos desde la página 27 a la 30 de la edición original) lo siguiente en relación a la auténtica y plena Maestría:

…Cristo es un plano espiritual que denota la presencia de un rayo del Espíritu Universal cristalizado; un estado al mismo título que “Buddha” (Iluminado), obtenido por ciertos Enviados para instruir a la Humanidad.  “Cristo” es un Avatar Divino, lo Universal reflejándose en lo Individual.  Los Avatares son las apariciones en épocas sucesivas de Instructores de la Humanidad…

…Jesús, dispuesto a cristalizar el Espíritu Divino, llegó a ser Cristo gracias a un mecanismo Iniciático.  Los Crísticos siguieron su obra de Iniciación Tradicional después de la  venida del Gran Nazareno, lo mismo que lo hicieron miles de años antes conducidos por los Cristos precedentes, que se fueron sucediendo a través de los siglos.

Esos Grandes Enviados trajeron una doble lección al mundo:  una dirigida a la masa a favor de una moral satisfactoria, y otra una enseñanza para que están listos para ir a la vanguardia de una nueva Edad.  Como todos los Grandes Maestros, el Cristo Jesús así lo hizo (Marcos IV, 10 a 13; Mateo XIII, 10 a 12)…

… … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … …

La vida, ese espejismo que el hombre cree ser real, es en realidad un obstáculo a su evolución; sin embargo, sin ella no hay experiencia posible,  gracias a las pruebas que ha de sufrir y de las cuales deberá sacar lecciones. Más aún, la vida (el reino del “maya”) ofrece también la posibilidad de  evolucionar a causa de los principios que han de cultivarse;  entonces, las primeras visiones acerca de la verdadera misión del hombre (como partícula divina) deben realizarse completamente fuera del plano de su personalidad a fin de que  sobresalga la Individualidad (el “Yo” superior). Lo que se revela entonces es el estado del Atman (el Espíritu Santo).

Se dice que todo es “maya” (ilusión), y que la única experiencia verdadera es el “samadhi”, pero hay que comprender  que el espejismo es necesario para vivir la experiencia, a condición de que se comprenda que toda experiencia es también “maya”, y que pertenece a un todo. “Maya”, que significa “espejismo”, podría asimilarse pues al “UNO”, puesto que la Naturaleza y todas las cosas son las manifestaciones diversas del “Todo-Uno”, (¡la Multiplicidad en la Unidad!) Se necesita salir del Uno (del “maya”) para alcanzar el Absoluto, el “Ain-Soph” según la Kabbalah, la Nada, el No Ser (el “Samadhi”).

Si bien el origen de la palabra sánscrita “maya” se conoce perfectamente entre los hindús, no podemos menos de pensar en ese pueblo de la América Antigua, los Mayas, cuyo nombre mismo, Maya en aymara significa: Uno, Único, El mejor y el más brillante del mundo.  El Aymara es  lenguaje sagrado, su nombre viene de la denominación que se dio a los Amautas o Sacerdotes: los Aymaras (los que alzan la voz). Es un idioma clave que resume las otras lenguas y resuelve sus enigmas. Sería originario de la Atlántida como el Sánscrito y el Hebreo.

Durante largo tiempo se llamó a la Península de Yucatán: el Mayab (tierra del pequeño número de elegidos), pero el vasto imperio Maya se extendía mucho más allá en América Central. El Sabio Spinden le atribuye más de 150 siglos de existencia a la civilización americana y Le Plongeon escribe en “Los Misterios sagrados entre los Mayas y los Quichés”: Doce años de excavaciones en Yucatán prueban la prioridad incontestable de la civilización Maya sobre todas las otras de los diversos continentes. Hace más de 11.500 años que ese pueblo difunde en el mundo el ritual sagrado de sus creencias, la síntesis original de sus conocimientos, el código de sus leyes, la tradición de sus costumbres, su civilización.

El Dr. Girgois, autor de “Lo oculto entre los aborígenes de la América del Sur” presenta una historia detallada de estas grandes civilizaciones, desde Inti-Kapak, el 5to. Monarca pirhua, que reinó en el siglo XV antes de la Era Cristiana.  Pero se pierde de vista a menudo, que largo tiempo antes de esas culturas (ya decadentes en nuestra época histórica), reinaba una verdadera edad del Oro, en un período de Teocracia Iniciática, del cual casi nada nos llegó, y que algunos tenaces investigadores intentan reconstruir a grandes líneas.

Invocando esas orientaciones del Maestre Avatar, hago un llamado a todos ustedes, partícipes en esta cena sagrada de los panes de la sabiduría eternal, a participar con más denuedo y convicción en la grande y a la vez humilde tarea de ir echando los cimientos teóricos y prácticos de la construcción de la futura sociedad de la Era del Acuarius; cimientos que son los puntos de partida básicos que orientarán a las futuras generaciones, de mejor y más amplia lucidez que la actual, para regir ese mundo espiritualizado y en paz que ya se viene gestando.

Termino entonces con el pensamiento final del P.P. VII (escrito en 1956)

Una nueva Humanidad está en marcha para cumplir su última Prueba antes del gran período tan esperado: la Edad de Paz.

Orando por el pronto establecimiento de ese Reinado del Espíritu, les hago llegar mi constante dedicación, junto con ustedes, a esa siembra de las semillas a que alude la Parábola del Sembrador.

El Guía y Custodio de la Orden, T.A-O Domingo Dias Porta