Hacia el descenso de la luz galáctica I

Guía # 17 – Peldaño 14 en Camino al 21.12.2012

 

Queridos Amigos y Amigas Espirituales,   ¡PASH…   IN LAK´EH…

Estamos iniciando la segunda serie de mensajes para el estudio y preparación del gran acontecimiento cósmico del 21.12.2012, anunciado por nuestros sabios antepasados mayas para la Humanidad de estos tiempos.

La primera serie de 16 mensajes “Hacia el Retorno de la Conciencia Cósmica”  se centra en el tema del ascenso de la conciencia de la Humanidad, tanto en lo colectivo como en lo individual, hacia el estado original: el estado del Ser Cósmico, reintegrado a la plenitud de la vida universal, en armonía con las Leyes de D.I.O.S. que rigen en todos los mundos y dimensiones.  Ascenso anunciado por los Ancestros Mayas para estos tiempos.

 Mensajes que invitan a  retornar a esos manantiales prístinos del origen, a rescatar nuestra identidad genuina como “imagen y semejanza” de Lo Divino; volver a beber y nutrirnos de esa Fuente de las aguas puras de la sabiduría eternal (simbolizada en el Signo de Acuarius, el Aguador Celeste); ese saber no manipulado ni contaminado por los intereses egoístas de los hombres de un pasado que ahora agoniza felizmente, para dar paso a la Edad de Oro espiritual tan anhelada por los sabios de la Antigüedad.  Una humanidad regenerada que ya vemos brotar en las nuevas generaciones, en su rebeldía ante la descomposición social, ante la destrucción irresponsable de la naturaleza, ante una ciencia que no logra erradicar la enfermedad, la miseria, el hambre, el sufrimiento.

Esta siguiente serie, “Hacia el Descenso de la Luz Galáctica” se centra en el mecanismo cósmico de la existencia universal que conduce progresivamente a los seres evolucionados hacia ese despertar de la conciencia cósmica.

Recordemos el descenso de aquella luz que luego fue llamada Estrella de Belén por el lugar donde ocurrió el descenso, como ya se mencionó en mensajes anteriores; luz que al encarnar dejó oír su voz por los caminos de los pueblos, y se sigue oyendo…

Ahora, en esta inminente Navidad, como hacía dos mil años no ocurría, algunos podrían ser privilegiados testigos de un nuevo descenso de la luz de los cielos en algún humilde lugar; ahora, cuando otra vez los humanos imploran la guía divina, decepcionados de  dirigentes que no lograron mostrar el camino correcto hacia la felicidad, la paz, el bienestar y la espiritualidad; decepcionados de una sociedad que se enreda en sus contradicciones en medio del imperio de las máquinas, de la industria, del dinero, de las tecnologías metálicas; decepcionados de sí mismos por el exceso de información y la falta de formación, por la ignorancia sobre la ciencia del vivir sanamente, del arte de la felicidad, de la mística del amor sagrado.  Urge una tecnología humana y espiritual, una ciencia centrada en la calidad humana, no en el desarrollo industrial y bélico beneficiando el mercantilismo, el consumismo, no  la felicidad, la salud, el bienestar, la paz.

Ese descenso de la Luz Galáctica es lo que provocará el ascenso de la conciencia humana, entre tantas consecuencias favorables para la Tierra y sus habitantes.  Así lo confirman los actuales guardianes Mayas del saber ancestral, ante los agoreros que anuncian otro “fin de mundo”, uno más entre tantos predichos a través de los siglos por falsos profetas.  Descenso del Espíritu Santo, Pentecostés Universal, lo he llamado, en recuerdo de los Apóstoles de hace dos mil años, descenso ahora para casi toda la Humanidad.

En este primer mensaje (guía # 17)  de la II serie, queremos destacar la importancia de conocer nuestra galaxia, la llamada Vía Láctea en la antigua Europa (Grecia y Roma) y con otros nombres en otras culturas.  Como seres cósmicos, nuestra Patria celeste es dicha galaxia, y nuestra Matria es la Tierra, o mejor el sistema solar, pues la Tierra es un pequeñito trozo del mismo.

Sea un primer paso, el estudio de nuestra gran nación cósmica.  Así podremos comprender mejor el Mensaje de nuestros Antepasados Mayas para la Humanidad de  estos comienzos de la Edad del Aguador Celeste, Acuarius.  Y entonces, prepararnos más consciente y concretamente para esta gran Navidad o Descenso para el Ascenso…

Esta serie irá acompañada de suplementos adicionales por separado, para una mejor comprensión y profundización del tema propuesto, y en relación a la naturaleza humana, a nuestra verdadera identidad ante tantas falsas que nos asignamos, distorsionando la visión lúcida de la vida.

Al pie de este mensaje consignamos la 2ª  parte del documento del Anciano Maya Don Félix Poot Chuk: ¿Qué Era el Espacio? donde relata su hermosa visión del futuro de la Humanidad.  Y que, de acuerdo a su contenido, he subtitulado: Génesis y Proceso Involutivo – Evolutivo de la Tierra y del Ser Humano.  Desde el Origen hasta el Futuro.

Ileana:  La Galaxia  de  Andrómeda…

Ileana: la Galaxia de Andrómeda,

a 2.000.000 de años luz,

que se puede mirar a simple vista en una noche clara,

está más cerca que tú.

Otros ojos solitarios estarán mirándome desde Andrómeda

en la noche de ellos. Yo a ti no te veo.

Ileana: la distancia es tiempo, y el tiempo vuela.

A 200 millones de millas por hora el universo

se está expandiendo hacia la Nada.

Y tú estás lejos de mí como a millones de años.

(Poema  de  Ernesto  Cardenal)

 

El conocimiento objetivo de la ciencia ha de equilibrarse con la belleza subjetiva del arte.

¡PASH…   AL LAK´EN…!

Soberana Orden Solar de Chichén Itzá

T.A-O  Domingo Días Porta

5º Escorpio-Aquila, Año LXV Edad del Acuarius

(Valle Verde,  Venezuela,  octubre 28, 2012)

 

En todas las culturas aparecen mitos y leyendas relacionados con la Vía Láctea, esa mancha blanquecina que vemos en el cielo nocturno.  Pese a que en el estudio de la Astrología no solemos hallar referencias a nuestra Galaxia, a la posición zodiacal de su centro, ni tampoco a la de los puntos en los que se cruza con la eclíptica, es interesante que conozcamos que dichos lugares: los signos de Capricornio, de Géminis y de Sagitario, [que corresponden a las constelaciones de Sagitario, Tauro y Escorpio respectivamente] son áreas de máxima intensidad zodiacal en las cuales, los stelliums[1], así como los eclipses, producen efectos mucho más notables.

 

Los mayas explicaban que la Galaxia es una serpiente emplumada

que vomita por su boca todos los planetas y cuerpos celestes.

Algo parecido a lo que hacía la diosa egipcia Nut, que se tragaba al sol por la noche, para parirlo por la mañana.

En todas las tradiciones, nuestra Galaxia tiene un origen divino y es un lugar de paso, que lleva desde un plano a otro del Cosmos, de la Tierra al Cielo. Es el camino de los místicos, de los exploradores, del gran viaje del espíritu, el que lleva de un nivel a otro de la psique.

En todas las culturas primigenias, el Camino de la Leche o borde de nuestra Galaxia es el sendero  de los muertos: las almas se dirigen a su través hasta llegar al país de los difuntos.

El centro de la Galaxia, en uno de cuyos brazos espirales se encuentra el Sol, es la parte más “gordita” y luminosa de la Vía Láctea y, vista desde nuestro planeta, se encuentra y se encontrará en la punta de la flecha que dispara el Arquero Celeste, que ya lo pintaron así los sumerios por ese motivo. La punta de la flecha de Sagitario es la estrella Al Nash, que por la precesión de los equinoccios debida al bamboleo del eje terrestre, se “mueve” -como todas las demás- a razón de un grado cada 72 años.

Al Nash, que SIDERALMENTE está a 7º Sagitario, se halla TROPICALMENTE desde finales de los años 80 a 0º Capricornio y actualmente, a 0:46 Capricornio.  Pero de todas formas, el Centro Galáctico ocupa bastante más de un grado, motivo por el cual es aceptable considerar que se halla entre 28º Sagitario y 2º Capricornio.

Los lugares por donde la Galaxia cruza la eclíptica se hallan: el primero alineado con las Pléyades, SIDERALMENTE a 1º Tauro y TROPICALMENTE a 0:02 Géminis; mientras que el cruce por enfrente se halla próximo a Antares, SIDERALMENTE a 5º Escorpio, y TROPICALMENTE A 9:16 Sagitario. Sólo en la cercanía de estos dos puntos pueden producirse los eclipses de Venus al Sol (la conjunción corporal y su paso por delante de la esfera solar). Como la eclíptica es el camino más “trillado”, al ser recorrido por el Sol, es el lugar crítico donde resuenan más las fuerzas de cualquier eclipse, stellium o paso planetario.

Sobre el 21.12.2012: http://www.youtube.com/watch?v=0hxgR0wgDC4&feature=related

 

LA VIA LACTEA EN LA ASTRONOMIA INCA: http://fisica1011tutor.blogspot.com/2012/02/pintura-de-la-via-lactea-en-qoricancha.html

http://www.mayas2012.es/mas-de-1000-codices-mayas-descubiertos-en-el-sotano-de-un-museo

http://www.mayas2012.es/discovery-en-espanol-estrenara-apocalipsis-maya-antes-de-2012

¿QUE ERA EL ESPACIO?

Por don Félix Poot Chuk, Anciano Maya Contemporáneo (+)

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II PARTE

          …La Tierra y sus hombres han entrado en un receso de calma, se respira un aliento extraño. Hay en el firmamento una nube, se cree es producto de la gran contienda, pero  entonces  toma forma de  dragón feroz, cuya cola casi se posa sobre el mundo; esto es lo raro. Mucho tiempo estuvo este monstruo como vigilando a la misma Tierra, sobre ésta. Este dragón etéreo es sinónimo de fuego.

          Llega un momento en que más allá de la nube se dejan ver centenares de trompetas sonando al unísono, heraldos que anuncian la presencia de alguien de más allá de las alturas, que se asoma montado en un carro de luz; es el arcángel Rafael, hermoso, fuerte, con un rostro que derrama amor en todas direcciones, blandiendo la espada sinónimo de poder, pues Rafael es el guardián del Planeta designado por los Elohin mucho antes de la Humanidad Adámica.

          El carro de luz del arcángel Rafael es sostenido por una legión de querubines cuyo camino es el silencio y su aposento son las sombras.

          La luz que irradia nuestro sol en aquella tarde moribunda, plasma su iris en la escena sagrada de un cielo ornamentado por seres divinos que en su dimensión son santos. Es el momento del arrepentimiento masivo de los hombres de la Tierra, aquí el espíritu se empequeñece y la vanidad se oculta temerosa de la muerte.

          Ha sonado el instante preciso de la profecía en las trompetas sónicas de los heraldos divinos en los cielos, que enfrentan a entidades malignas pujantes de victoria como  último recurso de su ambición pagana que agoniza, que fenece, porque en el firmamento el tiempo de los tiempos marca el cero caducante de  hechos sin retorno.

          Eso está escrito en el mente de los malos y los buenos, por eso no encuentran consuelo ni reposo,  caminan por senderos con abrojos, aparecen por doquier turbas desorientadas, hombres, mujeres y niños en una danza eterna que acaba con la razón, expresión de la justicia de todo  final, ya predicho por aquellos profetas de los primeros años del entendimiento humano.

          ¡Oh Cielo poderoso que ocultas los secretos de la inmensidad! Ven a nosotros, a consolar las almas que están en pecado, para que no caigan en el sendero del último Juicio por llegar. Dile a las inmensidades eternas que en la Tierra sus hombres perdieron el sendero de la Paz y la Concordia, y las almas  lloran, crujen entre dientes buscando sin hallar alivio para su pena; los días y la horas se hacen eternas, ligadas al dolor, mientras pasa un susurro de aire en los rostros de las gentes que acuden en montañas y desiertos a la cita con los legos para la oración final, que será cual bálsamo para el espíritu humano como creación terrenal.

          Vibran las estrellas y los mundos, como notas del laúd eterno. En su sincrónica danza, la triste noche es prisionera, envolviendo todo en sus penumbras. La ceguera y la noche son hermanas y se aman. Porque en ellas va el consuelo de los hombres que con ojos ya no vieron  y con oídos no oyeron.

          Amor al prójimo es la voz que suena en las alturas, emitido por querubines hermosos y divinos. Van formando nubarrones entre cantos y clarines, las almas que las oyen en la Tierra las repiten, entre el cielo y el planeta ya no hay barreras en las notas.

          Canten, canten, querubines, que la gloria de los cielos viene en los ángeles divinos; en su canto va el anuncio del destino de los mundos.

          Lloren, lloren, hombres de la Tierra que ante su necedad pagana, un mandato les espera.

          En los cielos y sus nubes una corte se prepara, los jueces que son santos, como estrado se apoyan en las almas. El que gime y suplica lleva adentro mucha culpa, en los ojos que no lloran, mil quejidos se agigantan.

          Vuela, vuela palomita con espíritu divino, dile a Cristo el Nazareno del  amor eterno, que las almas de esta Tierra, con fervor ya le esperan. Son los buitres carniceros los que tiemblan en la espera, sin su presa que es carroña, matan gente y comen roña.

          Yo que escribo estos trozos lloro y tiemblo junto al perro, porque sé que el cuerpo entero no es de bronce ni de acero. Vengan todos al refugio donde pienso y también moro, con la luna que es redonda y tiene un ángel que aquí mora.

          Los que antaño aquí vinieron en pos de mi ángel divino, sin hallarlo por fin se fueron rodando por escabrosos caminos. No hay amor entre los hombres, cuando es de índole divina. Solo  vanidad, orgullo, en el mundo que ya no es suyo.

          Mientras pienso y mi pulso escribe, un querubín con su voz dice: “No te aflijas carpintero, que los que hoy no vinieron, en el juicio que hoy comienza serán llamados los primeros”.

          Qué dolor más severo en esta causa que  no espero, dime niño del amor eterno, adonde vamos los que así pecamos. A mi oído llega un susurro que con amor sincero me dice, tú no sabes carpintero, que el que escribe con la pluma tiene un dote en los cielos.

          Así piensa el anciano cuando un trueno de los cielos lo interrumpe y reacciona, es la lluvia que comienza sobre el agro Cachanilla; allí mora mi persona en el cálido Mexicali, el calor es tan intenso que hay momentos que pienso si la Tierra es mi estrado, o el infierno mi aposento. Pero aquí llegó el momento del continuo pensamiento, el carro de luz del arcángel Rafael se detiene con sincrónica majestad desde el extremo norte de la Tierra; en su diestra la espada en alto, seguido por legiones de ángeles en un límpido cielo azul; miro un dragón de nubes, y al arcángel poniendo un pie sobre su testa, con voz de trueno sentencia al monstruo diciendo:

          Espíritu del mal que de los infiernos sois ¿quien os mandó a la Tierra de Dios, tu Dios?  Porque estáis hecho de fuego y fuego sois, apártate de este mundo que a redimirlo vengo, mis ángeles traen la consigna destructiva de esos diabólicos propósitos que escondes entre tus fauces. Te sentencio a que te vuelvas al fuego de donde eres y te apartes de este mundo, aposento de los humanos,  no de los demonios.

          El arcángel con su espada hirió el vientre del dragón de nubes, cuya cola ya envolvía parte de la Tierra; este monstruo celeste gimió tan fuerte que perturbó las aguas de los mares y al apartarse de la Tierra, se fue convertido en orlas de fuego de la cabeza a los pies, girando en espirales como si fuera una pequeña galaxia, quedando inmóvil a cierta distancia de la Tierra, ardiendo para siempre jamás. Un coro de Ángeles se escucha en la Tierra, invadiendo poco a poco todos los extremos del mundo; no hay  rincón del planeta donde no esté parado un ángel divino con gesto autoritario.

          La voz de Rafael se vuelve a escuchar en todo el horizonte de la Tierra diciendo:

          Ángeles guardianes de los cielos del Señor, herid en el costado con la espada de mando a toda bestia inicua, engendro de la aberración de maldición, expulsados sean del mundo, echadlos al dragón de fuego como parte de su origen,  ese será su exilio para siempre, eterno humo serán de la llama del mal;  ligado sea por siempre jamás; donde haya llama habrá humo, y humo donde esté la llama.

          Los ángeles por toda la Tierra hieren a  las bestias inmundas, hijas del mal producto del Armagedón,  la gran contienda final; con giros de espada son lanzados al dragón de fuego millones y millones de bestias asquerosas, tragadas por el fuego, tornándose humo como espíritu mágico de  iniquidad.

          Los hombres sapo, los buitres con cabeza de perro, los árboles carnívoros, las cobras aladas, maldición de Balmec el Atlante,  toda esa involución maldita como  inmensurable tornado, son engullidos por el fuego infernal del dragón.

          El coro celestial de los ángeles continúa en los cielos, marcando el instante preciso de hechos que serán sellados en la memoria de los tiempos, porque la Tierra y cielo son en sí historia de dioses; día llegará en que hombres y dioses comulguen en la mesa de registros para dar testimonio de  lo sucedido en lo físico y metafísico, en el vasto reino de Dios.

          En la Tierra ya no queda ningún ser de maldición, todo sucedió rápidamente por la espada de poder de los ángeles divinos del Arcángel Rafael en su misión restauradora del mundo terrenal, Solo queda una chispa pendiente en esta misión, como  toque final a la restauración del mundo.

          Es la humanidad estirpe de Caín el caído, hijo directo del mal satánico  en la Tierra; cual plaga de moscas asquerosas van invadiendo la Tierra con su prole desmedida y sin control, porque han caído nuevamente en una depravación sexual peor que en Sodoma y Gomorra.

          Mientras esta estirpe maldita extiende por el mundo su nefasta contaminación genética, allá en los cielos el carro lumínico del arcángel extiende su luz en forma de halo, bañando todo lo que encuentra a su paso. Halo lumínico  de color rosa suave  que se extiende en forma de nube,  tardando un siglo en tocar tierra; cuando ello ocurre, nuevamente suena la voz del arcángel con acento firme y autoritario:

          Hombres engendros de lo inicuo adonde han llegado, escuchen por todos los confines de la Tierra, donde la iniquidad no será más. La nube restauradora del halo de mi carruaje se encargará de ustedes, junto con vuestra iniquidad seréis borrados de la Tierra y de su cielo. Por vuestra esencia corrupta no tendréis cabida en toda la existencia de las existencias. A la nube transparente del halo de mi carruaje ordeno  se encargue de vedar entre ustedes la cerviz de la mujer, como un alto a la propagación inicua en que viven y pecan.

Pronunciada esta consigna, los aposentos del mundo donde habita el hombre, son invadidos por la nube lumínica portadora de la sentencia del arcángel divino, cuya espada vuelve a su vaina en señal de calma y paz.

          Entre  calma y  paz, la mujer siente un vínculo con el sosiego, ya no la lujuria y la emoción de la carne, mira al hombre como un simple objeto; se esfumó en ella la atracción sexual que en un tiempo la caracterizó; a partir de ese momento quedó vedada la cerviz femenina para los hombres. Ya no más nacimientos; de cada mil matrimonios apenas una docena conciben familia, y solo les es dado engendrar un único hijo; son los que los ángeles llaman hombres justos. Por eso los nacimientos son vistos como verdadero prodigio del cielo. Hombres, mujeres y niños desfilan para ver a un recién nacido.

          Son doscientos años terrenales lo que tarda esta veda en la mujer ¿Para qué?

Para dar tiempo a que esta humanidad corrompida pase a la muerte eterna, una muerte que el hombre jamás conoció. Su característica es que el hombre al morir en menos de veinticuatro horas solo será un puñado de polvo que el viento va esparciendo sobre la tierra, para que el cuerpo vuelva al polvo de la cual fue tomado. El hombre al morir  muere también su alma, la mente, el espíritu, sin derecho a la reencarnación como en nuestros días; es la muerte total, llamada muerte eterna.

          Bien.  Los  doscientos años de la veda de la cerviz femenina humana han pasado ya. En la Tierra se acabó la maldad, la corrupción pertenece al pasado, la Tierra es el Edén restaurado. En cualquier parte del mundo se aparece un ángel caminando como si  fuera un ser humano de la Tierra, indicándote lo que tienes que hacer en el día, porque la noche es remanso de paz para los sueños, con la bendición de los ángeles guardianes que vigilan el planeta. Así sucedió el exterminio total en la Tierra de los hombres de la estirpe maldita y demoniaca de Caín, el caído hijo del demonio, al serle aplicada a toda su estirpe la muerte eterna. De esta humanidad solo quedó un puñado de hombres que son los llamados justos. La tierra está limpia de pecado, en ella va a germinar la semilla genética de una nueva humanidad, que será  obra modelo de los arquitectos de la creación en todos los cielos. Supervisada por los Elohin, los Nefilyn, los Sephirot. Los que dejaron su residencia en la Tierra para más tarde volver a continuar la obra creadora de una humanidad cuya copia metafísica está en ellos mismos.

          A la humanidad del futuro le espera una bendición sagrada proveniente de los cielos, donde será modelado el tipo de espíritu con que va a ser dotada. Porque la Tierra no será ya un mundo común, sino como un edén restaurado, aposento de seres celestiales en sus divinos mares, bosques, ríos y todo lo que la Tierra es. Tanto  que si un hombre se situara en cualquier lugar del mundo en acto de concentración, un ángel se le materializaría para preguntarle su deseo y concedérselo en el acto como aquel lo pidió. Así será el edén del futuro, cuando la nueva humanidad se haya generado por designios celestiales. Para ello precisamente habla otra vez la voz divina del Arcángel:

          Hombres justos de la grey divina del Señor, escuchen mi voz y mi mandato. En todos los rincones del mundo a hombres, mujeres, ancianos y niños, llegue el eco de mi voz; reuníos por mandato mío al pie del monte Ermilo, donde os hablaré de lo que debéis hacer en la Tierra que os daré, porque así conviene al Padre que me envía a ustedes.

Esta voz  no se sabe por qué medios resonó en todos los rincones de la Tierra, y doquier estuviese un ser humano fue escuchada; inmediatamente comenzó a ser acatado este mandato de la voz celestial. Por todas partes se asoman caravanas incesantes de hombres justos en  búsqueda del camino que conduce al pie del monte Ermilo; otras se les unen buscando lo mismo, así se mueve un verdadero éxodo de gentes que caminan sin rumbo, sin saber a dónde van.

 Bajo el sol  ardiente de mediodía, hay cansancio y hastío entre los que caminan.  La voz del cielo les dice: recostaos que estáis cansados, descansad un poco, que yo es pondré mi nube para que tengáis sombra.  Una nube negra se cernió sobre los hombres en reposo, exhaustos y agotados. Esta nube negra  tan densa se hizo como una noche sobre aquellos hombres, que se  durmieron profundamente al amparo de aquella noche silenciosa y prodigiosa en pleno mediodía. Al amanecer  despertaron, para luego preparar el alimento que mitigaría su hambre; mientras toman su desayuno se  dan cuenta de que no están en el mismo sitio donde pernoctaron, sino en un lugar verdaderamente extraño; sienten un remanso de alegría y paz en sus corazones, alzan los ojos y miran frente a ellos una enorme roca al pie de una montaña,  que no estaba allí el día anterior. Se acercan a la roca, y en su parte más alta hallan una inscripción milenaria: “Bienvenidos sean al monte Ermilio”.

          ¡El monte Ermilio! ¡El monte Ermilio! Dijeron todos llenos de gozo, pues no podían creer lo que estaban viendo. Qué pasó a los hombres justos en su místico peregrinaje? Sencillamente, en estado inconsciente fueron trasportados a la dimensión metafísica mientras dormían bajo el efecto de la nube densa, prodigio de ángeles celestiales.

          Los hombres justos están vibrando en una dimensión muy elevada que no es la suya, están viviendo  una realidad intangible, pues el monte Ermilo es  copia de lo que puede existir en un mundo tangible como  la Tierra. Hombres, mujeres y niños danzan contentos al pie de este monte sagrado, entonando sus canticos y ritos en alabanza a este hecho maravilloso que solo los santos pueden gozar. El espíritu que genera este monte rebasa lo terrenal; al otro extremo se ven riachuelos con cisnes tan hermosos que parecen  irreales, el campo se viste de flores silvestres jamás vistas por el hombre, los árboles plagados de frutos extraños desconocidos, dando  la impresión que la misma planta  invita a probar su dulce manjar; el humano con temor toma de la rama un alveolo, y al probarlo queda extasiado de tan divino sabor, dando gracias a la planta que lo invitó a probar la esencia de sus ramas en el sagrado manjar que complació su paladar. Son  características del pequeño valle al pie del monte Ermilo, estrado de ángeles en la Tierra de los hombres. Entre algazaras y regocijo de la gente desbordada en alegría, una Luz resplandeciente ilumina el monte Ermilio;  el arcángel que así se manifiesta entre aquellos justos levanta su voz:

          Paz en la Tierra entre los hombres justos que hoy comienzan a vivir. Venid todos a mí,  yo os daré miel de las flores de mi jardín en los campos sagrados de Dios, donde aves y humanos pueden convivir. Mirad los arroyuelos, las aves inquietas, el campo y sus flores tan bellas, tomad y comed de las plantas su rico manjar. Todo es obra del Padre para alimento de sus criaturas vivientes. Para esto os he  llamado a  este lugar, aquí comienza la vida del nuevo edén, es la Tierra de los humanos. Doscientos años en veda la cerviz de la mujer, hoy mujer te digo que alces  tus ojos, la cerviz en ti es levantada, ten los hijos que desees, llena la Tierra de hombres justos; no más guerras ni odios entre los hombres, las diferencias sociales y culturales pertenecen al pasado, son los factores que provocaron odios entre los humanos del ayer.

          Mis ángeles serán por siempre vigías del edén, cualquier justo que en el futuro intentare la práctica del dinero o la esclavitud, conocerá la muerte eterna que será establecida entre vosotros como un alto a la iniquidad, no retornará a la Tierra ni en alma ni en espíritu. Los espíritus del mal, que en el pasado retornaban a la Tierra para continuar en su maldad, fueron borrados de los mundos con la muerte eterna, yacen en el fuego vivo del dragón, prisioneros por siempre en forma de humo como espíritu del fuego.

          Por eso os digo, hombres justos del pueblo de los hijos de Dios, caminad por los senderos del bien y del amor, que al final de vuestro camino encontrareis paz y sosiego en el mundo que habitáis.

          Volved todos a vuestros lugares de origen, donde viviréis con  los mandatos que os he dado para que no caigáis en pecado, todos juntos sean como hermanos, porque la Gran Hermandad Blanca de los cielos ha llegado a la Tierra de los hombres.

          Amad a vuestras mujeres, procread con ellas, llenad la Tierra que se os ha dado, comulgad con vuestros hermanos, seréis escuchados en las alturas porque la puerta de los cielos se ha abierto. Aquella voz celestial dejó de ser, y el ángel caído se perdió en las alturas para no verse jamás.

Este pueblo justo de diferentes razas y credos cae de rodillas en la arena en señal de adoración, con sus cánticos de alabanzas entre risas y llanto por el divino momento que les ha tocado vivir. Poco a poco van alzando sus tiendas y sus camellos para emprender el viaje de regreso a sus lugares de origen, caravanas tras caravanas se van perdiendo a lo lejos, hasta quedar solo el monte Ermilo, que desaparece a la realidad para volver a la dimensión intangible junto con sus ángeles, arcángeles y querubines.

          La nueva humanidad comienza. Los niños que van naciendo no son comunes, son sabios que traen el conocimiento integrado en su cerebro, al crecer comenzará a fluir en ellos la sabiduría cósmica de que han sido dotados. Pues son los embajadores de la esencia de la doctrina Cristica que ha llegado a la Tierra.

          Doctrina que en aquellos tiempos el mismo Cristo no pudo enseñar, antes de hacerlo fue inmolado por las fuerzas romanas en el monte calvario; así se desvirtuó este místico conocimiento entre los humanos hasta nuestros días.

          Estos niños de la nueva humanidad no irán a ninguna escuela de hombres, en esas escuelas se corrompió a los hombres del pasado. Las playas, los campos vírgenes, los bosques solitarios, son los mejores sitios para una enseñanza profunda que requiere concentración, relajamiento y serenidad de espíritu.

          Cuando nos encerramos en un edificio herméticamente cerrado para recibir enseñanzas, nuestra frecuencia  vibratoria sufre una presión generada por el alumbrado que corre por las cuatro paredes; aunque estén quietos, la presión eléctrica  afecta a los estudiantes.

          Esto daña la sincronía que necesita el alumno para un mejor entendimiento, necesita salir a respirar un poco de aire, a veces el encierro les causa dolor de cabeza. Necesitan libertad de espacio para que fluya en su psiquis  el conocimiento esperado.

          Cuando la nueva humanidad se haya dado cuenta del conocimiento de la esencia Cristica con la cual podrá borrar de su materia todas las enfermedades, podrá prolongar su existencia en la Tierra. Estos embajadores de la esencia de la doctrina Cristica que nacen en la Tierra, son reencarnaciones de  aquellos seres llevados al Circo Romano  para que fuesen devorados por la fieras hace dos mil años, cuando se gestaba el Cristianismo.

          Hoy son embajadores de tan sagrada doctrina en la Tierra de los justos, cuando la Roma Pagana está ahora a punto de comenzar a pagar el Karma que se creó al clavar con todo sadismo en la cruz al Rey de los ángeles, Jesús de Nazaret.

          Si con las doctrinas del Nazareno divino se puede prolongar la vida hasta mil años venciendo las enfermedades, la vejez, prolongando así la juventud,  con el paso del tiempo, cuando el hombre ponga en práctica la ley del Sinaí, donde se escribió el no mataras, esta será la ventana que se abrirá para vencer la muerte.

          Cuando la humanidad futura tenga en sus manos la muerte vencida, alcanzarán entonces la vida eterna todos los seres mortales de la Tierra; serán ángeles terrenales destinados a vivir en la Tierra, donde fueron creados.

          Con esto el hombre se convertirá en el verdadero espíritu de un planeta único en su género en todo el gran cosmos que alberga todos los mundos creados.

          Cuando todo esto sea, el gran halo divino del carro lumínico del arcángel poco a poco irá tomando altura, hasta formar sobre el planeta un hermoso anillo  color rosa que dará a nuestro planeta un toque de belleza celestial. Este anillo lumínico  circundará nuestro mundo, como si fuera el de Saturno; es el halo protector de la Tierra, que impedirá que cuerpos extraños penetren en su atmosfera y causen cataclismos inesperados. Así se acabarán los llamados aerolitos.

          Porque la Tierra tendrá un estado sagrado,  residencia de ángeles materializados como los seres humanos, e inmateriales o intangibles como los ángeles etéreos a los que se les debe esa purificación del mundo y de sus hombres justos.

          En  valles, mesetas y montañas se ven ríos de humanidad con sus coros y alabanzas ensalzando al Divino Espíritu que ha hecho de ellos seres eternos; en esta humanidad estarán materializados los grandes genios de la música del pasado, que recibieran de ángeles la batuta de oro, dirigiendo con ella los interminables conciertos  en el mundo;  sus nítidas notas serán contestadas por ángeles etéreos bajando de los cielos a tomar parte en este concierto terrenal.

          La Tierra, altiva, hermosa y orgullosa, se moverá majestuosa dentro del gran conglomerado de mundos que circundan la enorme bóveda celeste.

          Ninguna como ella, tan bella como una estrella, su halo lumínico y fulgurante lleva el tinte de una diosa que alcanzar anhelara a un astro errante.  Es lo que esos hombres justos cantan dirigidos por la batuta de oro de algún genio  musical del pasado, encarnado entre ellos, los de vida eterna, para darle sentido musical a su existencia, en la dimensión tangible donde  moran por el divino designio de dioses celestiales.

          Estos coros son llevados, pues, a todos los ámbitos de los cielos por ángeles que tomaron parte en su ejecución en la Tierra de los hombres justos. Hombres que han olvidado el acto sexual, que por su estado sutil es el espíritu quien fecunda por medio de la inseminación intangible según sea el estado justo de la mujer.

          La inmortalidad no ocasionará sobrepoblación de la Tierra;   en esos tiempos, los humanos que  eleven su ser a un  estado  sutil serán transportados a otros confines del cielo para cumplir la misión que les sea señalada.

          Estos futuros misioneros terrenales que irán a los cielos no serán muchos, tres o cuatro nacimientos ocurrirán periódicamente en aquella humanidad terrenal en el futuro, de modo que la vida mantendrá cierto equilibrio.

          Esta nueva humanidad que surgirá en nuestra Tierra, como se dijo, será la obra modelo de los Elohin, los Nefilin y los Sefirot; ese será el resultado.

          Las mujeres de aquellos tiempos serán muy bellas anatómicamente hablando, en comparación con la anatomía de la humanidad Cainesca del pasado. Hay que recordar que Caín fue monstruosamente grotesco en brazos de Eva, la santa del Edén, y toda su estirpe fue heredando esa anatomía a través de las épocas.

          La humanidad  generará  hombres justos,  físicamente más refinados. Su porte será totalmente angelical. Entre los ángeles del cielo y los de la Tierra no se sabrá cuál es del cielo y cual de la Tierra. Lo que no sucedió con la estirpe Cainesca. Ya vimos cómo la humanidad generada por Caín fue física, mental y espiritualmente defectuosa. Pequeños, cabezones, matones, feos, altos, flacos, esparciendo malos olores,  ignorando totalmente el concepto espíritual, y con tantos otros defectos. Total nulidad en el sentido de la perfección. Así fue en la Tierra la estirpe Cainesca, hija legítima del demonio.

          Los hombres justos, ángeles terrenales por excelencia, se dedican a construir hermoso templos para adorar al supremo Poder universal, donde plasman todo su arte místico que perdure al embate de los siglos, donde solo las mentes puras pueden regocijarse entre himnos y cánticos corales de los grandes maestros musicales que encarnaron en la Tierra para tal fin, en una perenne gloria terrenal.

          Esta nueva humanidad de los hombres justos  no se dedicará a los intereses económicos como en el pasado, ni a la política o curules para los ambiciosos, no habrá gobiernos ni autoridades. Todos se comportarán bajo leyes divinas, pues es una Gran Fraternidad Universal Blanca establecida en la Tierra por los Elohin.

          El cuerpo celeste que representa a la mujer terrestre es la Luna, al hombre lo representa el Sol.

          La Luna emite energía negativa a la Tierra y el Sol  energía positiva. El concepto negativo de la Luna consiste en que el Sol, al reflejar su Luz  en la Luna, ésta la retransmite a la Tierra como si  fuera un espejo.

          Cuando por medio de la Luna llega a la Tierra la Luz solar, ésta ya lleva un proceso de fotones que la hace negativa; tenemos así en la Tierra luz positiva del Sol y negativa de la Luna.

          La secuencia de estas dos energías es importante para la vida que genera  la Tierra. Por ejemplo, todos los cuerpos vivientes están divididos en dos de la cabeza al coxis. La parte izquierda es negativa y la derecha es positiva, las dos deben  funcionar de común acuerdo. La energía lunar femenina entra por el costado izquierdo. La energía solar masculina por el costado derecho. Por eso en nuestra mano derecha generamos más fuerza y control que en  la mano izquierda. Cuando estas dos energías están bien mancomunadas sube el nivel energético en el ser humano.

          Lo mismo sucede en el cerebro;  es  sabido que está dividido en dos hemisferios, el izquierdo es femenino y el derecho es masculino, cada cual con su respectiva energía; si la mancomunidad es perfecta sube la capacidad pensante en el hombre y en la mujer.

          Si por tu espíritu sutil un ángel femenino se presentara a  convivir contigo, verás que siempre se ubica a tu lado izquierdo. Si el ángel es masculino, se ubicará por el lado derecho. Que viene siendo la posición física que correctamente le corresponde a cada uno.

          El ángel femenino  te saludaría  con la mano izquierda, que es el lado que le corresponde, y se presentaría ante ti en la noche, nunca de día, lo haría en Luna llena cuando dicha Luna está emitiendo a la Tierra toda su secuencia negativa. Con la cual se robustece la polaridad femenina.

          El ángel masculino se  manifestaría  en el día, nunca de  noche, porque en el día es cuando el Sol emite a la Tierra toda su frecuencia positiva, con esto se fortifica la polaridad masculina.

          Esta explicación respecto a ángeles es para que si algún día tuvieras un a contacto angélico experimentes lo aquí relatado.

          (Continuará en la III y última parte en el siguiente mensaje)


[1] Satellitium, stellium: en Astrología, un grupo de 4 o más planetas en una casa o signo.  Presagia grandes cambios de fortuna que se suceden.  5.5.2000: 7 astros en Tauro. 22.3.2012: 4 en Aries.

Nota:
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Anexo:

LA VIA LACTEA, NUESTRA GALAXIA