MONASTERIO INICIATICO MAYA   (M. I. M.)

Proyecto de envergadura que hunde sus raíces en los manantiales ocultos de las tradiciones sagradas de  Amerikua: “La Tierra de los 4 Vientos” en maya: el único continente verdadero pues es el único que une los  Polos magnéticos Norte y Sur y está abierto a Oriente y Occidente: el océano Atlántico al Este y el Pacífico al Oeste.  Los demás continentes son  fragmentos del gran continente original, GONTWANA (Pangea, nombre que le ha dado la ciencia),  la Patria ancestral de la primera Humanidad, la raza ilustrada y digna, del cual Amerikua era la cordillera central.  Amerikua es, pues, el continente de la unión, la esperanza de todos los pueblos para lograr la redención, la liberación de todos los males que han contaminado su pureza original.

Monasterio no en sentido religioso convencional, sino como una casa de retiro, un internado para hacer  pasantías,  practicando disciplinas y métodos elevados de formación humana y espiritual en armonía con la naturaleza y el cosmos.  Iniciático en el sentido de que imparte la alta Iniciación de la Escala Aerosómica de la sabiduría antigua con sus siete grados iniciáticos mayores.  Maya porque el entrenamiento discipular está centrado en la  Tradición de sabiduría maya en particular, y en las Tradiciones Sagradas de Amerikua en general.  Nos apoyamos en la experiencia y logros de los grandes monasterios iniciáticos de la antigüedad y adoptamos sus métodos, actualizándolos para estos tiempos.

El M.I.M. es una universidad monástica, una escuela de apertura al universo del Ser, del vivir,  de la Integración plena a la Libertad auténtica.  Universidad en la acepción plena de la palabra,  pues la universidad del mundo industrial no universaliza sino que especializa; debiera llamarse especialidad, no universidad, porque encajona a los estudiantes en el conocimiento de un oficio para ganarse la vida, sin impartir una visión clara de la existencia; se gradúan, ganan sueldo y prestigio, pero quedan vacíos ante la Realidad, expuestos a depresiones, violencias, enfermedades, inútiles ante su propio ser.

El M.I.M. no es un claustro conventual, sus cursos se imparten al aire libre principalmente,  en diferentes ambientes naturales.  Se basa en la concepción de que la verdadera escuela, universidad, monasterio y sendero es la Tierra, a eso obedece su diseño original que sigue cumpliéndose; no fue diseñada para campo de batalla, basurero, valle de lágrimas, cárcel, cantina, prostíbulo, sino como una academia para la iluminación de los seres que la pueblan, que son sus pupilos.  La evidencia histórica lo confirma:  el Pueblo Humano desde su comienzo en esta Academia Tierra ha estado aprendiendo en todos los campos, primero para la supervivencia y consecuente adaptación al medio, (como una escuela primaria) y luego en altos estudios para desarrollar sus potenciales y valores a través de la cultura: arte, ciencia, religión, filosofía, urbanismo, etc.  Como lo ha hecho muy bien, en medio de pruebas y adversidades,  merece del Dador de la Vida, el Creador, Hunab K’u (el Único Dador del Movimiento y la Medida, en maya), el graduarse  en este fin de curso de la civilización llamada Occidental (cada civilización es un curso de estudios para el alumnado humano, así como cada Era geológica para todos los Reinos o niveles educativos en la naturaleza.)

El M.I.M., entonces, es una academia donde en pequeña escala el discípulo se entrena para luego vivir en gran escala, en su existencia y en su mundo, una conducta Iniciática, consagrada, sin dependencias pasivas que anulan la creatividad, en un estado de Libertad real (“La Verdad os hará Libres”: la Verdad es el Camino, la Libertad es la Meta); nadie nace Libre, sino con una semilla, un potencial, una posibilidad,  de Libertad que en la mayoría de los casos queda adormecido en el  inconsciente, por falta de un sistema educativo correcto en ese sentido.  La escuela y universidad actual informa pero no forma, su acción educativa necesita ser completada con un sistema formativo hacia una condición humana plena.  En el M.I.M. se vivirá conscientemente la experiencia del peregrino y del ermitaño, esos dos aspectos de la naturaleza humana, así como de lo individual y de lo comunitario.

Cuando se concrete este proyecto, notificaremos  la apertura de los primeros cursos completos de 52 meses de duración para formar Educadores de los Pueblos, ya que con talleres de fin de semana, conferencias, libros, etc., no se llega a esa formación  universal; son solamente introducciones para motivar a los futuros aspirantes, tratar de sacudir  perezas,  apegos a la rutina, a las comodidades, al conformismo espiritual.  En las montañas de Michoacán, México, contamos con un lugar en su primera etapa de construcción, donde se realizan eventos periódicos mientras se logre edificar el internado.  En Sur América aún no se dispone de un espacio adecuado, esperamos que pronto se logre recibir el apoyo necesario para adquirir un lugar en la naturaleza.

Los aspirantes a ingresar al M.I.M. pueden proceder de diferentes tradiciones, credos y culturas, y al egresar pueden retornar a su vida acostumbrada sin ningún compromiso con la Orden, aunque se les considera miembros de la misma.

De esta manera contribuimos a que el Norte y el Sur de Amerikua, el Águila y el Cóndor, se abracen  en  acciones concretas y dinámicas para la renovación de los seres, de los pueblos y de nuestro hogar materno, la Tierra.

Invitamos a grupos y personas dedicados al bienestar humano, a trabajar juntos para dar ejemplos de Visión planetaria sin egoísmos, ambiciones ni afán de dominio, sino al contrario, ofreciendo la Liberación interior de los potenciales creadores de seres  y comunidades.  Esperamos el apoyo y contribución de todos los seres de buena voluntad a esta labor impersonal que viene a llenar un vacío en la sociedad y en sus sistemas educativos.

El Monasterio Iniciático Maya es el órgano y función más importante de la Orden como institución educativa y formativa.  En el mismo se prepararán los futuros cuadros dirigentes de la Orden.